Con el propósito de compartir los avances y resultados del proyecto “Restauración hidrológica y ambiental del acuífero Pan de Azúcar”, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA Intihuasi, realizó el seminario de cierre del proyecto financiado a través del Fondo Nacional de Desarrollo Regional y ejecutado por INIA que ha impulsado la recarga gestionada de acuíferos como una herramienta que busca solucionar la crisis hídrica que afecta a la Región de Coquimbo.
La jornada reunió a autoridades, investigadores y profesionales del sector hídrico, lideradas por el Seremi de Agricultura, Cristián Álvarez, y el Consejero Regional, Francisco Corral. El encuentro comenzó con la exposición de Cinthya Álvarez, directora regional de la Dirección General de Aguas (DGA), quien abordó el marco legal y de gobernanza para la gestión de acuíferos en Chile. En su presentación destacó el rol del nuevo Código de Aguas y la creación de las Mesas Estratégicas de Recursos Hídricos en Cuencas, instrumentos que están orientados a fortalecer la seguridad hídrica y la gestión integrada del recurso. “La recarga artificial de acuíferos, debidamente regulada, permite resguardar la preservación ecosistémica, evitar la intrusión salina y aprovechar la capacidad de almacenamiento subterráneo del agua, siempre asegurando la sustentabilidad del acuífero y los derechos de terceros”, señaló la autoridad.
Posteriormente, el investigador de INIA Intihuasi y director del proyecto, Francisco Meza, presentó los principales avances del proyecto FNDR ejecutado entre los años 2023 y 2025, el cual contó con la financiación del Gobierno Regional de Coquimbo y fue desarrollado en colaboración con la Universidad Católica del Norte (UCN), la Corporación Regional de Desarrollo Productivo (CRDP), Deltares, KWR Water Research Institute, Hellema Holland Engineering y ARCADIS de expertos de los Países Bajos.
El proyecto contempló la construcción de un sistema piloto de recarga artificial mediante pozo de infiltración en la Parcela Experimental de INIA en Pan de Azúcar, diseñado para inyectar hasta 50 litros por segundo, equivalente a más de 43 mil metros cúbicos de agua si se opera en diez días de funcionamiento continuo. En su intervención, Meza explicó que, frente a la disminución sostenida de las precipitaciones y al notorio ascenso de la isoterma cero grados en la cordillera que ha reducido el almacenamiento de nieve, la recarga gestionada de acuíferos (RGA) se presenta como una estrategia complementaria y sostenible para recuperar los niveles freáticos y asegurar la disponibilidad de agua en el largo plazo.
Meza destacó que el proyecto permitió trasladar a escala local un modelo que ya ha sido implementado en otras partes del mundo como en Los Países Bajos, que está basado en la restauración hidrológica con un enfoque ecosistémico, puesto que los estudios realizados en el sector Pan de Azúcar identificaron una alta interacción entre agua proveniente del río Elqui y las aguas subterráneas, que producto de una zona vadosa de gran espesor con capas de arcilla entre 7 y 35 metros de profundidad que determinaron el diseño de un pozo de infiltración adaptado a las condiciones geológicas locales.
“Para nuestra institución de investigación y transferencia tecnológica, este proyecto es muy relevante, ya que los datos obtenidos permiten respaldar la teoría y su aplicación práctica. Agradecemos el apoyo del Gobierno Regional, que se enmarca en estudios previos, y destacamos la importancia de generar información que fortalezca la resiliencia de acuíferos como el de Pan de Azúcar, una fuente de agua alternativa clave para la zona”, destacó el investigador.
El seminario finalizó con la charla del Dr. Ernesto Cortés, académico de la Universidad Católica del Norte, quien presentó los resultados locales del sistema piloto, destacando que el acuífero de Pan de Azúcar permitió evaluar la factibilidad técnica y ambiental del sistema, demostrando que el acuífero posee características adecuadas para futuras experiencias de recarga gestionada, ya que, si bien no fue posible ejecutar las pruebas de inyección planificadas debido a la escasa disponibilidad de agua en la zona, actualmente se está trabajando para adquirir el agua sin depender de las condiciones ambientales. “El trabajo desarrollado confirma la viabilidad del modelo y deja una base sólida para seguir avanzando en la aplicación de esta tecnología en otros sectores de la región”, afirmó Cortés.
Del mismo modo, Meza comentó que, “aunque las pruebas realizadas fueron pequeñas respecto al disño, los resultados son relevantes y consistentes, indicando que el acuífero tiene capacidad para ser recargado. Además, la metodología desarrollada permite conocer mejor el acuífero y podría acortar los tiempos de estudio en otras napas subterráneas con condiciones geológicas similares”, recalcó.
Por otro lado, el Seremi de Agricultura de la Región de Coquimbo, Christián Álvarez, expresó sus impresiones sobre la iniciativa, “felicitamos al INIA por esta iniciativa y agradecemos al Gobierno Regional por confiar en nosotros para la inversión en investigación en gestión hídrica”, señaló. Asimismo, valoró el precedente que este adelanto significa, “el proyecto es replicable y buscamos vincularlo con la iniciativa del Ministerio de Agricultura para la construcción de pozos de emergencia, asegurando que la explotación de aguas subterráneas se realice de manera racional, basada en la información que este proyecto ha generado”, valoró la autoridad.
Asimismo, el consejero regional, Francisco Corral, quien preside la Comisión de Agua y Recursos Hídricos, destacó que “la seguridad hídrica requiere integrar múltiples estrategias, y la recarga artificial de acuíferos es una de las más importantes. La clave es contar con agua para continuar los estudios y estamos barajando la posibilidad de suministrar agua desalinizada de Panul o de futuras plantas de reúso impulsadas por el Gobierno Regional”, señaló.
Durante la mesa redonda final, los especialistas coincidieron en que la recarga gestionada de acuíferos es una alternativa sostenible para enfrentar los efectos del cambio climático, fortalecer la seguridad hídrica y aumentar la resiliencia de los sistemas agrícolas y urbanos, especialmente en zonas áridas. Esta iniciativa marca un precedente a nivel nacional, con la posibilidad de ser replicada en regiones como Arica, Valparaíso, O’Higgins y el Maule. Además, refleja el trabajo colaborativo entre instituciones públicas, la academia y la cooperación internacional, reafirmando el compromiso de avanzar hacia una gestión sustentable del recurso hídrico en la Región de Coquimbo y en todo el país.
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Equipo Prensa
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