Cada semilla encierra una historia de agricultura consciente y visión de futuro. La propuesta de Benexia y su semilla de chía no sólo ayuda a regenerar los suelos donde se siembra, sino también impulsa una nueva forma de abordar la producción de alimentos sostenibles.
Santiago, junio de 2025.- Quien consume un smoothie o una barra energética pocas veces se detiene a pensar en la historia que hay detrás de cada semilla, de la tierra que nutre su siembra, o la energía limpia que permite su procesamiento. Sin embargo, estos procesos previos tienen un poderoso efecto en nuestra tierra, que trascienden la producción y tienen la facultad de ayudar a regenerar la tierra, los ecosistemas y la forma en que se concibe la alimentación.
Benexia es una empresa chilena que ha logrado posicionarse como referente global en ingredientes funcionales a base de chía. Su planta ubicada en Arica, única en su tipo a nivel mundial, no utiliza agua industrial en sus procesos y no genera residuos, demostrando que es posible producir alimentos de forma sostenible y con un mínimo impacto en el medio ambiente.
El viaje de la chía parte en campos de Bolivia y Paraguay, donde se cultiva bajo agricultura regenerativa: rotación de cultivos, cero labranzas, uso de barreras naturales, y regados solo con agua de lluvia. Estas prácticas logran proteger los nutrientes del suelo, eliminando el uso de fertilizantes químicos, que a la vez disminuyen la liberación de dióxido de carbono y ayudan a proteger y conservar la flora y fauna local. además de mejorar la retención de agua y disminuir la erosión en los suelos.
Una vez llegada a Chile, la chía es transformada en aceite, proteína, y fibra de alta pureza a través de procesos únicos, libres de químicos, solventes y agua. Sus productos se exportan a EE.UU, Europa, Asia y Oceanía con una trazabilidad que garantiza su origen sustentable.
«En Benexia, sabemos que el verdadero valor de una empresa no está únicamente en sus productos, sino también en sus procesos. La extracción de recursos naturales sin mecanismos de regeneración compromete la resiliencia de los ecosistemas y las futuras generaciones. Por ello, aplicamos principios de agricultura regenerativa para restaurar los suelos, proteger la biodiversidad y desarrollar alimentos funcionales que nutran al ser humano y promuevan la sostenibilidad del planeta”, comenta Sandra Gillot, CEO de Benexia.
En un mundo donde más de 1.230 millones de personas trabajan en los sistemas agroalimentarios (FAO, 2024), avanzar hacia modelos regenerativos como el de Benexia es una oportunidad para mejorar la alimentación mundial y proteger los recursos naturales a largo plazo. Este enfoque responde al Objetivo N°15 de la ONU para el Desarrollo Sostenible, promoviendo suelos más sanos y sistemas alimentarios sostenibles.
La historia de cada semilla de chía también refleja un modelo económico que prioriza la eficiencia, el cuidado del entorno y el desarrollo local, demostrando que es posible producir con un impacto positivo desde el origen hasta el destino final.