Colchagua, Chile – Julio de 2025. Frente al explosivo crecimiento de la producción de cerezas en Chile y la consecuente sobreoferta de fruta en fresco, algunas empresas han comenzado a mirar hacia la diversificación. Una de ellas es GoodValley, ubicada en el Valle de Colchagua, que desde hace cinco años impulsa una apuesta innovadora: la cereza deshidratada.
La iniciativa busca aprovechar calibres y fruta que no califica para exportación en fresco, reduciendo pérdidas y generando nuevas oportunidades de negocio. Así lo explicó Bruno Ceroni, gerente comercial de GoodValley, comenta sobre los avances y desafíos de este incipiente nicho.
“Contamos con la infraestructura, la materia prima y la experiencia para escalar este negocio. Pero nuestro principal tope hoy es comercial: necesitamos que el mercado conozca y demande cereza deshidratada”, señaló Ceroni.
De descarte a oportunidad
Según el ejecutivo, el foco de la empresa ha estado en deshidratar entre 200 y 300 toneladas de cereza anuales, aprovechando fruta de sus propios campos o de terceros que no cumple con los estándares del mercado fresco.
“No competimos con la cereza fresca. Al contrario, deshidratamos lo que no puede exportarse. Es una forma de darle valor a un volumen que de otro modo podría perderse”, afirmó.
Ceroni reconoció que el desarrollo del negocio ha sido más lento de lo esperado, dado que la cereza deshidratada es aún un producto poco conocido en los mercados internacionales. No obstante, ya cuentan con clientes estables que repiten compras cada año, lo que muestra un incipiente reconocimiento por parte de los consumidores.
Rentabilidad y sostenibilidad
El ejecutivo explicó que, si bien la rentabilidad del productor está en la fruta fresca, el deshidratado permite reducir costos de mantención y frío para aquella fruta que no se exporta.
“En temporadas de alto volumen, el descarte puede llegar a precio cero. Nosotros compramos esa fruta y le damos un retorno al productor, evitando que pierda completamente ese material”, detalló Ceroni.
En términos económicos, destacó que hoy pueden pagar hasta el doble del valor que se ofrece por la fruta que no califica para exportación, generando un impacto positivo en la cadena.
Competencia y mercado
El camino no ha sido fácil. GoodValley compite en un mercado dominado por productos como uvas pasas, ciruelas, damascos y dátiles. Además, al ser una categoría emergente, la cereza deshidratada enfrenta el desafío de posicionarse.
“Tenemos la capacidad instalada para crecer, pero nos falta un mercado que demande este producto. Hoy los volúmenes son muy marginales”, reconoció.
Actualmente, las exportaciones de GoodValley se dirigen principalmente a Asia, con China, Tailandia, Singapur, Malasia y otros países del sudeste asiático como destinos destacados. También han realizado envíos a América del Norte.
Variedades, tendencias y proyecciones
En cuanto a las variedades ideales para deshidratar, Ceroni señaló que se prefieren aquellas de media y tardía temporada, con alto contenido de azúcares (brix). Las variedades tempranas, en cambio, no entregan buen rendimiento ni calidad tras el proceso.
El gerente también apuntó a una tendencia favorable: mientras en China la cereza deshidratada suele ser infusionada con azúcar y proviene de fruta ácida, la cereza dulce chilena –sin aditivos ni conservantes– calza con la creciente demanda por productos naturales.
“Nuestra cereza no necesita azúcar añadida, lo que la convierte en una alternativa más saludable. Eso ha ayudado a que el consumidor chino empiece a reconocerla”, indicó.
Respecto a los usos del producto, explicó que hoy se consume principalmente como snack, aunque ya están explorando nuevas aplicaciones culinarias, como bebidas y jugos.
Una estrategia de alianza
Ceroni concluyó que, para que la cereza deshidratada logre consolidarse como un segmento viable, es fundamental trabajar en conjunto con la industria del fresco.
“Las exportadoras siempre van a tener un 20% de descarte. Si logramos canalizar ese volumen hacia mercados alternativos como el deshidratado o congelado, descomprimimos la presión del mercado fresco y creamos valor para todos los actores”, afirmó.
La cereza deshidratada se perfila así como una opción estratégica para darle sostenibilidad a la creciente industria cerecera chilena, pero requiere de coordinación, promoción y desarrollo comercial conjunto para despegar definitivamente.
Fuente: portalfruticola.com