Las medidas incluyen instalación intensiva de trampas, muestreos de fruta en terreno, liberación de insectos estériles y control focalizado en áreas reguladas, además de operativos para impedir el ingreso ilegal de frutas y hortalizas de riesgo. 

El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) está ejecutando un conjunto de medidas técnicas y coordinaciones interinstitucionales para contener la Mosca de la Fruta en el país, reforzando el estatus de Chile como territorio libre de esta plaga desde 1995. Mantener esta condición es estratégico para la fruticultura nacional, ya que permite el acceso a los principales mercados internacionales sin tratamientos cuarentenarios adicionales, resguardando la competitividad y la calidad de las exportaciones chilenas.

Vigilancia y medidas de brote 

Chile mantiene de forma permanente una red nacional de 16.500 trampas de vigilancia, la cual será ampliada progresivamente a 29.000 trampas según el plan de fortalecimiento en curso. Esta red opera durante todo el año como primera línea de detección temprana.

Cuando se declara un brote, el protocolo de erradicación establece un área regulada de 7,2 km en la que se instalan alrededor de 1.802 trampas adicionales revisadas dos veces por semana. A esto se suman el muestreo sistemático de fruta hospedante, encuestas casa por casa hasta 800 metros del foco y sondeos exploratorios más amplios.

Las acciones de control incluyen la descarga y destrucción de fruta, poda de árboles hospedantes, limpieza de suelos y canaletas, y la aplicación focalizada de insecticidas autorizados en un radio de 200 metros. En paralelo, se ejecuta la liberación de insectos estériles (TIE), con una densidad mínima de 2.500 machos por hectárea, aplicados dos a tres veces por semana. También se refuerza el control de adultos mediante estaciones cazadoras y aplicación de cebos atrayentes.

En este marco, el Director Nacional del SAG subrayó que “cada brote activa de inmediato un conjunto de medidas técnicas que buscan eliminar la plaga en el menor tiempo posible. Este es un esfuerzo coordinado que involucra no solo a nuestro Servicio, sino también a productores, autoridades locales, gremios y organismos internacionales. Mantener el estatus de país libre de Mosca de la Fruta es clave para proteger nuestra agricultura y la competitividad de las exportaciones chilenas”.

Situación nacional de brotes 

Durante 2024 y 2025, el SAG logró erradicar 24 brotes de Mosca de la Fruta, lo que refleja la efectividad del protocolo y la coordinación entre instituciones. Actualmente, existen 40 brotes activos en el país, distribuidos en Arica y Parinacota (14), Tarapacá (5), Antofagasta (2), Coquimbo (10), Valparaíso (4), Metropolitana (4) y O’Higgins (1). Todos ellos se encuentran bajo protocolos de erradicación en curso, conforme a la Resolución N° 3513/1995 y a las normas de la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF).

La máxima autoridad del servicio recalcó que “estas acciones no solo protegen la fruticultura de exportación, sino también a pequeños y medianos productores que abastecen ferias y mercados locales, generando empleo y riqueza en los territorios. Defenderlos de la Mosca de la Fruta es también resguardar la seguridad alimentaria del país”.

Refuerzo del control y prevención del ingreso ilegal 

Una parte clave de la labor del SAG es impedir el ingreso ilegal de frutas y productos agrícolas de riesgo, identificados como la principal vía de introducción de la plaga. En lo que va de 2025 se han decomisado 258.411 kilos de productos agropecuarios, además de huevos, plantas, alcoholes y animales vivos. En 2024, la cifra llegó a 499.459 kilos, con intercepciones de plagas cuarentenarias como Ceratitis capitata y Anastrepha spp.

Para enfrentar este desafío, el SAG mantiene un control carretero permanente en Cuya (Región de Arica y Parinacota), operativo 24/7, complementado con fiscalización en rutas, centros de acopio y ferias libres. Asimismo, coordina operativos con Carabineros, PDI, Aduanas, Ministerio Público y municipalidades, además de mantener intercambio técnico con Senasa Perú y agencias homólogas.

De acuerdo con los antecedentes técnicos, el aumento de los brotes se relaciona directamente con el ingreso ilegal de frutas y hortalizas por pasos no habilitados en la zona norte, así como con el mayor flujo de pasajeros y carga por pasos habilitados. Estos factores incrementan el riesgo de introducción de la plaga y refuerzan la necesidad de mantener en curso todas las medidas de erradicación y prevención.

En regiones del centro-norte, como Coquimbo, la dinámica presenta un matiz distinto: más que un tránsito de camiones con carga, la dispersión de la plaga se asocia al movimiento de personas —arriero, turistas e incluso actividades ilícitas— que transportan productos vegetales sin control sanitario. Aunque de menor escala comercial, esta vía también ha sido clave en la aparición de focos múltiples en distintas localidades.

De esta manera, el SAG continuará desarrollando acciones coordinadas con productores, gremios, comunidades y organismos públicos y privados, reforzando que la erradicación de la Mosca de la Fruta es un desafío país. El trabajo conjunto seguirá siendo clave para resguardar la agricultura chilena, la seguridad alimentaria y la competitividad internacional del sector.

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Equipo Prensa
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