Advierten que podría perderse entre un 20% y 25% de la cosecha —concentrada entre noviembre y abril— si no se cuenta con trabajadores. En el sector privado destacan que entre experiencias migratorias bien reguladas están Australia, Nueva Zelandia, España, Reino Unido y Canadá.
Un déficit de unos 300.000 trabajadores enfrenta la industria agrícola chilena para el período clave de cosecha, concentrado entre noviembre y abril. Escasez de mano de obra que amenaza a un sector que estima genera 1 millón de empleos directos y que el año pasado exportó unos US$ 13.500 millones. ‘Podría perderse entre 20% y 25% de la cosecha si no contamos con la suficiente mano de obra’, advierte un empresario agrícola.
El presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura SNA, Antonio Walker, puntualiza que ‘esta realidad no es única de Chile, sino que ocurre en muchos países, y se suple con trabajadores migrantes, especialmente durante las temporadas de alta demanda, que en Chile está próxima a comenzar’.
Cristián Allendes, extitular del gremio y presidente de la exportadora de fruta Gesex, explica que hace 12 años comenzó la escasez de mano de obra, cubierta en esos años por haitianos, pero cuyo fenómeno se agudizó con la pandemia, ‘donde se redujo de manera importante la disponibilidad de mano de obra de chilenos. Y si no fuera por los extranjeros, la agroindustria local estaría muy afectada y no sería lo que es hoy’.
El tema adquirió un cariz contingente, pues se instaló en el centro de la campaña presidencial, al activar un intenso debate en torno a la conveniencia de formalizar a los trabajadores migrantes, como planteó la SNA. Se trata, además, de un desafío urgente para el sector, dados los altos niveles de informalidad del agro.
Según la Encuesta Nacional de Empleo del INE, en el trimestre junio-agosto de 2025, la tasa de ocupación informal de la agricultura fue de 40,7%, con un porcentaje de ocupados extranjeros de 7,7%.
Hoy, el grueso de trabajadores foráneos proviene de Bolivia, ingreso que se facilitó tras la firma de un convenio en el marco de la Visa Mercosur. Esta otorga la residencia temporal por hasta dos años, prorrogables, e incluye un permiso para trabajar en cualquier actividad en el país. ‘Esta visa es gratuita, hace tres años costaba US$ 150, antes se sacaba con pasaporte y hoy con carnet de identidad, demoraba un año en obtenerse, hoy tarda 15 días. Esto ha permitido que 92 mil bolivianos hayan entrado desde enero a la fecha. Pero la idea es extender este tipo de convenios a otros países’, subraya el timonel de la SNA.
En efecto, para ordenar los flujos migratorios, en el agro miran la experiencia de países desarrollados que han dado solución a la insuficiente mano de obra en la agricultura. ‘En España, por ejemplo, la mayoría de los trabajadores de la agricultura proviene de Europa del Este. Y Australia y Nueva Zelandia sostienen sectores como la construcción y el agro con mano de obra extranjera’, apunta Allendes. Y agrega: ‘Para Chile, no resolver este tema pone en riesgo ser una potencia agroalimentaria y amenaza la economía del país y de las regiones agrícolas’.
Otro empresario agrícola complementa: ‘Tenemos operaciones en varios países, y en aquellos pobres, como México, Perú y Marruecos, funcionamos con mano de obra local, porque la agricultura genera empleo. Eso no ocurre en países más avanzados, que no son capaces de enfrentar los peaks de la agricultura, con mano de obra local. Y hacia allá debemos mirar’.
Working Holiday
Australia es una potencia agrícola. Aporta entre el 10% y el 15% de las exportaciones mundiales de trigo y depende de la mano de obra extranjera, especialmente para tareas estacionales.
Posee visas temporales para faenas agrícolas determinadas, como recolección de frutas y verduras, empaque, siembra, cultivo y cosecha de granos, ganadería, trabajo en viñedos y mantención de granjas.
La más común es la Working Holiday, que permite trabajar hasta por 12 meses. Si acumula tres meses trabajando en faenas agrícolas, puede solicitar una extensión por un segundo año; y si en ese segundo período acumula seis meses laborando en el sector, puede pedir un tercer año.
Para cubrir la escasez de mano de obra en zonas rurales, Australia también posee el programa de Movilidad Laboral del Pacífico (PALM), que permite a las empresas australianas contratar trabajadores de nueve países insulares del Pacífico y de Timor Oriental, en el Sudeste Asiático.
Otra opción es la visa de Trabajo Temporal, que requiere un empleador patrocinador. La visa puede ser otorgada por hasta cuatro años, dependiendo de la ocupación.
La economía de Nueva Zelandia también se basa principalmente en la agricultura, en particular, en la producción de lácteos, carne (cordero y vacuno), horticultura (kiwis, uvas, manzanas) y vino. Y al igual que Australia, enfrenta escasez de mano de obra. Para cubrir esa menor oferta local, posee tres tipos de visa.
Una de ellas es la Visa de Trabajo para Empleadores Acreditados (AEWV), que permite a trabajadores extranjeros calificados laborar en el país para un empleador que ha sido acreditado por Inmigración. Tiene una duración de hasta tres años.
También está la Visa de Trabajo Temporal (Plan de Empleadores Temporales Reconocidos, RSE), con una duración de siete a nueve meses, y ahí los trabajadores deben regresar a sus países entre temporada. Se ofrece a trabajadores de países seleccionados del Pacífico, por ejemplo, Fiji, Papúa Nueva Guinea, Samoa, entre otros.
También dispone de una visa que combina vacaciones y trabajo, Working Holiday, destinada a personas de entre 18 y 35 años, que les permite trabajar en faenas agrícolas por períodos cortos.
Programa post Brexit
Agrícola San Clemente se ha consolidado como el mayor productor de cerezas del Reino Unido, abasteciendo a destacadas cadenas de supermercados mediante una operación integrada que combina producción local con envíos directos desde Chile. En 2025, la totalidad de la cosecha de Agrícola San Clemente en Inglaterra está siendo realizada por trabajadores provenientes de Chile, gracias a un programa que permite a los cosecheros vivir hasta cuatro temporadas agrícolas de cerezas y manzanas en un solo año: comienzan en Chile, continúan en Inglaterra y Escocia con la cosecha de cerezas, y pueden finalizar en otras zonas frutícolas de Europa trabajando en la recolección de manzanas.
Y es que el mercado laboral agrícola británico se apoya en mano de obra migrante estacional, principalmente a través del Programa de Trabajadores Temporales (Seasonal Worker Visa). Solo el año pasado, se estima que unos 50.000 trabajadores llegaron del extranjero para trabajar en la agricultura del Reino Unido con ese visado, que tiene una duración máxima de seis meses. La visa no se puede renovar ni extender y se puede volver a solicitar en años posteriores, pero debe haber un período de espera de seis meses entre cada trabajo. Tampoco permite llevar a familiares.
Para hacer efectiva la visa, cada trabajador necesita contar con un Certificado de Patrocinio de un empleador autorizado en el Reino Unido.
El programa se implementó en 2019 para abordar la escasez de mano de obra que generó el Brexit, la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Hasta entonces, un porcentaje significativo de trabajadores agrícolas provenía de toda la Unión Europea y dado que el Brexit interrumpió la libre circulación hacia el Reino Unido, la mayoría de los trabajadores regresaron a sus países.
Colaboración con Latam
En la última cosecha de cítricos en España, el 90% de los contratos de trabajo de los temporeros correspondió a migrantes.
España cuenta con el programa Gecco (Gestión Colectiva de Contrataciones en Origen), impulsado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que facilita la contratación de trabajadores extranjeros agrícolas de forma regular y temporal desde sus países de origen.
Este programa permite a los empresarios contratar a trabajadores inmigrantes directamente en los países de origen para empleos de temporada. A su vez, los trabajadores pueden obtener autorizaciones plurianuales, de hasta cuatro años de duración, con posibilidad de renovación y la exigencia de regresar al país de origen al finalizar la temporada laboral. La intención de España es de ampliar el Gecco a África Occidental.
Además existe colaboración con países latinoamericanos como Colombia, Ecuador, Honduras, República Dominicana y Guatemala.
Trabajadores desde México y el Caribe
Canadá enfrenta una grave escasez de mano de obra agrícola, con proyecciones que indican que unos 200.000 puestos de trabajo podrían estar vacantes para 2030. Se estima que el año pasado, cerca de 30.000 puestos no se cubrieron, lo que resultó en una pérdida de ventas de aproximadamente US$ 5.000 millones.
El gobierno está considerando nuevas vías para atraer a trabajadores extranjeros. Actualmente, ese país cuenta con el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales (SAWP), el cual permite a los empleadores agrícolas contratar —por un máximo de ocho meses al año— trabajadores extranjeros provenientes de países como México y el Caribe cuando no hay canadienses o residentes permanentes disponibles.
También posee el Programa de Trabajadores Temporales Extranjeros (TFWP), donde hay un requisito clave: los empleadores deben obtener una Evaluación de Impacto en el Mercado Laboral (LMIA) para demostrar que no pudieron encontrar trabajadores canadienses o residentes permanentes calificados. El trabajador extranjero solo puede trabajar para un empleador específico con el permiso de trabajo.