Los talleres realizados en El Carmen y Yungay reunieron a productores trigueros, equipos técnicos y representantes del sector molinero, con el objetivo de fortalecer la calidad, sostenibilidad y competitividad del cereal en la región.

Con una alta participación de agricultores y agricultoras de la región, el Ministerio de Agricultura desarrolló en las comunas de El Carmen y Yungay dos talleres técnicos del Programa de Cultivos Tradicionales, centrados en difundir los avances en variedades de trigo, calidad del grano y manejo sanitario del cultivo.

Las jornadas convocaron a representantes del SAG Ñuble, INIA Quilamapu y del sector privado molinero, consolidando un trabajo regional que busca fortalecer la cadena trigo-harina-pan, clave para la seguridad alimentaria del país.

El seremi de Agricultura de Ñuble, Antonio Arriagada, destacó que “estos encuentros reflejan la visión del Ministerio de Agricultura de avanzar con sentido de urgencia en la coordinación entre el mundo público, la academia y los productores. Fortalecer el trigo nacional es fortalecer la soberanía alimentaria y la economía rural. Nuestro compromiso es acompañar a quienes, desde Ñuble, mantienen vivo este cultivo histórico y estratégico para Chile.”

Desde INDAP Ñuble, su directora regional, Fernanda Azócar, señaló que “estos seminarios forman parte de los compromisos del Ministerio de Agricultura en la Comisión Nacional del Trigo y su mesa regional. Se abordaron temas vinculados a las variedades, la seguridad alimentaria, el manejo de semillas y el Programa de Cultivos Tradicionales, con alta participación de productores de Chillán, El Carmen, Bulnes y Yungay. Esta iniciativa es esencial dentro de la estrategia de soberanía para la seguridad alimentaria, donde el trigo cumple un rol fundamental en la dieta nacional.”

Desde el sector privado, Andrés Rojas, gerente general de Molinera y Arrocera Santa Marta, de San Carlos, valoró la instancia como un paso decisivo hacia una producción más competitiva. “Estas instancias son fundamentales para reducir la brecha entre el cereal nacional y el importado. Cuando el sector público y los agricultores trabajan juntos, podemos desarrollar semillas que entreguen un producto más homogéneo y de buena calidad, capaz de competir con los trigos del exterior. Es esencial seguir impulsando la investigación y el mejoramiento de variedades que sirvan a la molinería nacional y garanticen la seguridad alimentaria del país.”

En tanto, Javier Zúñiga, investigador en cereales y calidad de trigo de INIA Carillanca, explicó que “la homogeneidad en la calidad del trigo es clave para la industria molinera, ya que permite un mejor control del proceso y harinas más estables. En Chile, la producción presenta una variabilidad natural, pero el trabajo colaborativo de la red de trigo busca avanzar hacia una mayor uniformidad, agrupando variedades por calidad y fortaleciendo la competitividad nacional. Por eso es fundamental trabajar con la Agricultura Familiar Campesina, donde podemos generar impactos concretos en rendimiento y calidad.”

El taller realizado en Yungay destacó por convocar a más del 90 por ciento de los productores trigueros de la Agricultura Familiar Campesina atendidos por INDAP Ñuble, lo que reafirma el compromiso regional con el fortalecimiento de este rubro estratégico. Actualmente, el Programa de Cultivos Tradicionales beneficia en la región a 76 productores de trigo harinero y 97 de trigo candeal, posicionando a Ñuble como una de las zonas más activas del país en la recuperación de cultivos esenciales para la alimentación nacional.

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Equipo Prensa
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