Es en este desafío que trabaja Food for Future (F4F), una empresa chilena que produce proteína de insectos de manera circular y carbono-negativa a partir de la transformación de residuos orgánicos. incorporarla en la dieta de salmones de cultivo en el sur de Chile daría una ventaja competitiva a una de las industrias más importantes del país. “La salmonicultura tiene hoy la oportunidad de liderar una transformación hacia proteínas más saludables, con menor huella ambiental y alto valor nutricional” plantea SalmonChile.

En un contexto de crisis climática global, la mirada al futuro nos propone el desafío de buscar nuevas formas de producción de alimentos que avancen hacia la sustentabilidad sin presionar ecosistemas terrestres y oceánicos. Asimismo, con una población mundial de 8 mil millones de habitantes que buscan más y mejores fuentes de proteínas, tanto la producción de proteína de origen animal como el origen del alimento de dichos planteles, se ubican al centro del debate.

Es en este desafío que trabaja Food for Future (F4F), una empresa chilena que produce proteína de insectos de manera circular y carbono-negativa a partir de la transformación de residuos orgánicos. Esto para incorporarla como parte de la dieta de salmones de cultivo en el sur de Chile, dando así una ventaja competitiva a una de las industrias más importantes de Chile y motor económico de las regiones australes del país.

“El salmón es una de las proteínas animales más eficientes del planeta. Según su Feed Conversion Ratio (FCR); producir un kilo de salmón requiere, en promedio, de 1,2 kilos de alimentos, muy por debajo de otras proteínas animales. Nuestro trabajo apunta a aportar mayor sostenibilidad a esta cadena de valor incorporando circularidad y avanzando hacia la carbono neutralidad”, dice Cristián Emhart, CEO de F4F.

“En este sentido, pruebas iniciales que han incorporado nuestra harina de larvas de mosca soldado muestran que podemos lograr nuestro objetivo al mismo tiempo que mantener y mejorar perfiles nutricionales para el salmón”, agrega Emhart.

En términos de funcionalidad, la harina de larva de mosca soldado negro se está consolidando como una alternativa innovadora y altamente funcional en la alimentación de salmónidos, no solo porque ofrece un perfil nutricional balanceado de aminoácidos y ácidos grasos, sino también propiedades inmunomoduladoras, antiinflamatorias y microbiota moduladora. Estas propiedades contribuyen a mejorar la salud general y la resistencia a enfermedades en los peces, promoviendo además un crecimiento más saludable y sostenible en los sistemas acuícolas.

“Para SalmonChile, la sostenibilidad no es solo un compromiso, es una condición esencial para proyectar a largo plazo el enorme potencial alimentario del sur de Chile. La salmonicultura tiene hoy la oportunidad de liderar una transformación hacia proteínas más saludables, con menor huella ambiental y alto valor nutricional. En esa línea, iniciativas como F4F muestran que es posible innovar desde el territorio, desarrollando soluciones concretas que combinan ciencia, tecnología y respeto por los ecosistemas”, afirma Arturo Clément, presidente de SalmonChile.

Un ingrediente estratégico 

El modelo de proteína circular que impulsa Food for the Future transforma residuos orgánicos de otras industrias en alimento de larvas de mosca soldado negro, que luego convierte en harina y aceite que ayudan a complementar la dieta de los salmónidos, y reemplazan en porcentajes variables a otros ingredientes como la soja y la harina de pescado.

Adicionalmente, al evitar que los residuos lleguen a un relleno sanitario donde comenzarán su descomposición y liberación de metano, cada tonelada consumida por estas larvas evita la emisión de 1,3 toneladas de CO2eq.

Ante estos resultados, Cristián Emhart destaca que “hacer menos daño ya no es suficiente, hoy se necesita empezar a maximizar el impacto positivo neto en biodiversidad, comunidades y calidad de vida. Y todos estos atributos que tiene la producción de nuestra proteína se pueden traspasar a la salmonicultura, mejorando considerablemente su huella. Más aún en una industria reconocida por su capacidad tecnológica y de innovación, donde la colaboración para avanzar en estos objetivos puede generar soluciones reales con alto potencial de impacto”.

Hoy la planta de insectos de F4F es la más grande de Latinoamérica, y recicla cerca de 850 toneladas de residuos orgánicos al mes. Según investigaciones y pruebas recientes, el potencial de esta proteína es revolucionario, ya que la harina de larvas de mosca soldado negro no solo se consolida como un reemplazo, sino como un ingrediente estratégico de alto valor con efectos bioactivos demostrables.

En 2022 Multi X fue la primera salmonicultora en Chile en incorporar harina de larvas de mosca soldado como componente en la dieta de salmones, al formar parte de un innovador plan piloto que involucró la crianza de 1.4 millones de peces en agua de mar.

Sobre este proyecto, César Aguilar, Gerente Técnico de Multi X, destacó que “estas innovaciones responden a diferentes situaciones: en primer lugar, a diversificar las fuentes de proteínas para salmones de cultivo y, además, avanzar en nuestro camino de desarrollo sustentable, incorporando iniciativas que disminuyan impactos a lo largo de toda la cadena de producción, al mismo tiempo que nos permiten tener un producto final de la mejor calidad, ampliando las fuentes de insumos utilizados en su desarrollo y cultivo”.

Beneficios demostrados 

Entre los compuestos bioactivos de esta harina están péptidos antimicrobianos, que mejoran la resistencia inmunitaria de los peces y reducen la carga de patógenos en sistemas acuícolas; quitina, que estimula su sistema inmunológico; ácido láurico, que posee propiedades antibacterianas y antiinflamatorias; y compuestos fenólicos, que exhiben una fuerte capacidad de captación de radicales libres.

Estudios realizados en peces como la trucha arcoíris revelaron que la inclusión de un 5% de harina de mosca soldado negro en dietas con base a harina de soya influyeron positivamente en la salud intestinal, el rendimiento, el crecimiento, la energía de la dieta, la respuesta inmune y las tasas de supervivencia contra infecciones por flavobacterium psychrophilum.

En salmón atlántico, se demostró que incluir esta proteína de insectos en su alimentación puede modular e incrementar la composición y la capacidad metabólica prevista de la microbiótica intestinal en presmolts. En un ensayo específico con harina de F4F en esta especie, se demostró que una suplementación con un 17% en la dieta mejoró la respuesta inmune de los peces, además de presentar menor índice de hígados grasos y bajas lesiones a este órgano que los peces tratados con harina de pescado.

Además, el aceite que se obtiene del prensado de larvas previo a su transformación en harina ya está siendo incorporado como un innovador Oil Mix para la alimentación de salmónidos de algunas empresas. Se trata de un aceite con propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias e inmunoestimulantes, por su alto contenido de ácido láurico y Omega 6, además de ser una fuente de energía de alta digestibilidad por ser rico en ácidos grasos de cadena media.

En relación a lo anteriormente mencionado, Claudia Gatica, Gerente de Nutrición y Calidad de Skretting Chile dice que “la proteína de insectos es un ejemplo concreto de los novel ingredients que estamos incorporando en Skretting Chile para responder a los desafíos actuales de la salmonicultura. Desde la nutrición, vemos que este tipo de materias primas no solo cumplen con los más altos estándares de calidad, sino que además, abren oportunidades para avanzar hacia dietas más circulares y sostenibles. La reciente creación de la Gerencia de Nutrición y Calidad en Skretting Chile nos permite conectar de mejor manera las distintas áreas para gestionar con mayor eficiencia la incorporación de estos ingredientes novedosos y funcionales a nuestros productos. La inclusión de proteínas alternativas como la harina de insectos, nos permite reducir de manera concreta la dependencia de ingredientes marinos, reforzando así nuestro compromiso con la sostenibilidad de la cadena de valor”.

En definitiva, los productos derivados de la larva de mosca soldado negro son una alternativa sostenible para los alimentos acuícolas, que proporcionan nutrientes esenciales y concentraciones significativas de polifenoles bioactivos y antioxidantes. Estos hallazgos impulsan la acuicultura sostenible al reducir la dependencia de las fuentes tradicionales de proteínas, y promover la salud de los peces, mediante un ingrediente alimentario funcional y en consonancia con los objetivos globales de sostenibilidad.

“Estamos convencidos de que el sur austral puede ser un motor global de producción responsable de alimentos, y seguiremos trabajando con fuerza para que Chile consolide su liderazgo en esta nueva economía azul”, cierra Arturo Clement.

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Equipo Prensa
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