El riego por goteo es clave para mejorar la eficiencia del agua en la agricultura y enfrentar el cambio climático. Sin embargo, su buen desempeño depende del mantenimiento adecuado de tuberías y líneas, siendo el flushing o lavado del sistema una práctica para eliminar la acumulación de sedimentos y obstrucciones que afectan la uniformidad del riego y reducen la productividad del cultivo.
En Latinoamérica, donde millones de hectáreas dependen de sistemas de irrigación para cultivos frutícolas, hortalizas y agroexportación, mejorar la eficiencia en riego es fundamental para sostener la competitividad del sector agrícola. Esta necesidad se vuelve aún más urgente si consideramos que, según la FAO, la agricultura utiliza cerca del 70% del agua dulce del planeta y más del 40% se desperdicia debido a malas prácticas de riego.
“Muchos agricultores creen que están lavando sus líneas, pero en realidad no alcanzan la velocidad del agua necesaria para arrastrar sedimentos finos como arena, arcilla o materia orgánica. Sin esa velocidad mínima, las partículas se acumulan dentro del sistema, obstruyen los goteros y reducen los rendimientos del cultivo”, explica Matt Clift, Director Global de Gestión de Producto y Marketing en Rivulis.
Cómo realizar un flushing correcto:
- Protege el sistema: Un lavado adecuado garantiza la vida útil de las tuberías y el funcionamiento eficiente de todo el sistema de riego presurizado.
- Controla la velocidad del agua: No basta con abrir las tuberías, el agua debe circular mínimo 0,3 m/s en líneas laterales y mínimo 0,5 m/s en tuberías secundarias para arrastrar sedimentos como limo, arena o arcilla. Las válvulas auto-flush ofrecen un lavado corto, pero no sustituyen la limpieza completa que requiere el sistema porque no logran aumentar la velocidad de lavado.
- Realízalo en el momento adecuado: Se debe realizar al inicio y al final de cada campaña, y de manera periódica según la calidad del agua y el volumen de riego.
- Sigue el orden recomendado: Se hace primero en las líneas principales, luego subprincipales y finalmente en las líneas laterales.
- Verifica su efectividad: Durante el lavado, el agua debe pasar por varias fases: primero turbia, luego limpia, otra vez turbia y finalmente clara. Este último flujo indica que los sedimentos han sido eliminados completamente
Mantener las líneas de goteo limpias no solo asegura una irrigación uniforme, sino que también protege la inversión agrícola.
“Los emisores obstruidos provocan riego desigual, estrés en las plantas y menores rendimientos. Además, la acumulación de sedimentos internos acorta la vida útil del sistema y eleva los costos de mantenimiento. El flushing es una tarea simple, pero que puede marcar la diferencia entre un sistema que rinde al máximo y uno que pierde eficiencia con el tiempo.” añade Clift.
Guías de riego por goteo: aprende paso a paso sobre flushing
Para profundizar en técnicas de flushing y conocer los parámetros de desempeño, existen guías especializadas de riego por goteo disponibles para descarga en https://es.rivulis.com/


































