- Cristóbal González, relevó el resurgimiento del arándano chileno, el cual viene de la mano del recambio varietal y una estrategia impulsada por el Comité de Arándanos.
El arándano chileno enfrenta un escenario global cada vez más competitivo. Para profundizar en los desafíos y las estrategias de adaptación de la industria chilena, News Frutas de Chile conversó con Cristóbal González, Gerente General de Global Growers, una empresa con más de una década de trayectoria en la exportación de frutas. González compartió su visión sobre la renovación varietal, la importancia de la calidad y su reciente integración al Comité del Arándanos.
González recuerda que en los últimos años han debido «vivir los cambios de la industria del arándano», especialmente la aparición de numerosos países que entraron a competir directamente, un factor que no existía hace una década. Esta situación se exacerbó, durante la pandemia, que coincidió con el aumento de los volúmenes de estos nuevos orígenes sumado al aumento de los costos y una demanda alterada por las cuarentenas. «Fue un proceso bien decisivo para poder lograr mantenerse y seguir adelante como exportadores», explica.
Afortunadamente, aseguró, la empresa logró superar los desafíos y mantener el rumbo. «Vemos con buenos ojos que la demanda por los arándanos en general va en aumento”. El mejor indicador de esta recuperación es simple: sus clientes en distintos mercados están llamando para solicitar programas y hacer más pedidos.Este renovado interés por la fruta chilena, que en algún momento decayó, es resultado directo de la autocrítica y la acción. «Creo que va de la mano también con que en Chile hemos logrado mejorar la calidad de nuestro producto, impulsado por el recambio varietal y el mejoramiento de los procesos agronómicos en el campo,» detalla.
Resumen de Contenidos
ToggleInversión y renovación como imperativos
Global Growers trabaja exportando un volumen significativo, cerca de 1.5 millones de kilos en la última temporada, con un grupo acotado de agricultores. La estrategia clave de la empresa ha sido impulsar el recambio varietal dentro de su pool de productores. Han plantado activamente variedades como Blue Ribbon, Cargo, y genéticas nuevas de los grupos Sekoya y Fall Creek Collection.
González explica que el establecimiento de estas nuevas plantaciones exige un esfuerzo de inversión, que se ve compensado con mayor competitividad. «No se puede ahorrar en ningún detalle en la inversión, porque es una splanta con mucho potencial,» advierte, enfatizando que un buen establecimiento busca resultados productivos en un tiempo mucho más corto que las variedades antiguas.
La calidad: Una cadena sin eslabones débiles
El factor crítico de la calidad final se juega también en la logística. El representante de Global Growers subraya que, aun tratándose de variedades de última generación, un mal manejo de cosecha o un mal proceso de packing puede arruinar la fruta. «El proceso de packing es bien crítico,» señala, explicando que incluso los pequeños golpes en las caídas de las líneas, durante el embalaje, pueden generar un daño que solo se expresa al arribo. En este sentido, añade, «hay que buscar alternativas de cosecha y embalaje que minimicen el deterioro del producto».
Por ello, la compañía aplica un enfoque pragmático: la meta principal es maximizar la calidad al arribo, no el porcentaje de fruta exportada. Si el producto no cumple con los altos estándares de calidad y los requisitos del mercado específico, simplemente se desvía a la industria del congelado, un sector , que explicó: “Hoy ofrece una alternativa interesante”.
En este marco, el profesional comentó que decidieron unirse al Comité del Arándanos de Frutas de Chile, justamente, para apoyar el esfuerzo colectivo de estandarización de la calidad y validación de las variedades, trabajo que considera vital para la competitividad del sector.
La importancia de pertenecer al Comité
“Nuestra decisión de integrarnos al Comité del Arándanos de Frutas de Chile, aunque ya habíamos mantenido contacto con ellos, es una medida fundamental para el futuro de nuestra empresa y de la industria chilena,» afirma el gerente general.
González destaca que la adhesión no es casual, sino una respuesta directa a las necesidades de la industria frente a la competencia internacional. «Valoramos enormemente el trabajo que el Comité está realizando en áreas que son críticas y que no podemos abordar solos. Lo más importante es la validación de las nuevas variedades y la genética que está llegando al país.»
El ejecutivo explica la complejidad detrás de esta necesidad: «Existe una gran incertidumbre porque las variedades nuevas —provenientes de Estados Unidos, Australia y otros lugares— no están validadas para las condiciones y los climas específicos de Chile.» Esta validación es clave para la viabilidad de las inversiones, ya que, el comportamiento productivo de una planta puede variar drásticamente entre la zona central, centro-norte y el sur.
«El trabajo del Comité nos permite a los productores tomar buenas decisiones a la hora de seleccionar la genética para llevar a cabo el costoso recambio varietal,» añade.
Otro pilar de la decisión es el esfuerzo por la calidad y el posicionamiento en los mercados: «El Comité está realizando una labor crucial en la estandarización de la calidad y la promoción de la oferta chilena. Al estandarizar, la industria puede satisfacer de mejor manera las expectativas de los clientes y diferenciarse«, sostiene.
Asimismo, el profesional enmarca el ingreso como un compromiso de responsabilidad: «Dado que Global Growers tiene una larga trayectoria, sentimos que era nuestro deber estar ‘dentro para aportar’ y apoyar activamente los esfuerzos que se están realizando para asegurar la innovación genética, la calidad de la fruta y un posicionamiento sólido del arándano chileno.»
Nueva temporada y orgánicos
Con la mirada puesta en esta nueva temporada 2025-26, Cristóbal González es optimista. El nuevo escenario global, aunque desafiante, fue el motor que impulsó la mejora continua. «La competencia nos obligó a salir de la zona de confort y a ser más competitivos» .
Así, además de la renovación genética, el gerente enfatiza que Global Growers está buscando otra vía clave para la diferenciación y el crecimiento futuro: el producto orgánico.
«Desde hace un tiempo hemos venido promoviendo una diferenciación, y eso se ha traducido en un aumento del volumen de nuestra oferta de producto orgánico,» explica González. «Hemos sentido que hay nichos que están bastante fuertes en el mercado. Aunque es necesario contar con canales de distribución más especializados, hay una ventana bastante interesante para el producto orgánico chileno”, observa.
Agrega que, si bien tradicionalmente la demanda orgánica se concentraba en ciertos países, existe una tendencia global que podría estar abriendo nuevas posibilidades.
«Creemos que a futuro el producto orgánico puede ser interesante para otros mercados que hoy en día todavía no tienen un gran consumo,» comenta. Cita como ejemplo a los mercados asiáticos, como Japón y China. «Ya hay datos de que existe una tendencia de aumento en el consumo de productos orgánico en esos mercados. Antes se decía, ‘no, a los chinos no les interesa el orgánico’, pero recientemente hemos visto que sí les está importando el tema de los residuos.»
Por lo tanto, sostuvo la estrategia es doble: consolidar la oferta orgánica de calidad en los mercados tradicionales y, a la vez, explorar esa «otra ventana» a futuro donde el producto orgánico chileno podría capitalizar la tendencia creciente en la demanda asiática, proyectando un crecimiento sostenible.

































