El sector agroalimentario español inició el año 2025 con un gran optimismo. Las previsiones económicas indicaban que la industria iba camino de repetir el superávit comercial agroalimentario récord alcanzado el año anterior. El clima de confianza era comparable al tradicional encendido de las luces navideñas de Madrid, que alegran los meses de invierno del país.
Sin embargo, tan solo unos días después del encendido de las luces navideñas «Naviluz», ese optimismo se vio truncado por el anuncio de un brote de peste porcina africana (PPA) entre jabalíes en Cataluña el 27 de noviembre de 2025.
Brote en Cataluña: Trece casos y una zona sellada
Una semana después de que se confirmaran oficialmente los dos primeros jabalíes infectados y se notificaran a la Comisión Europea, el número total de animales afectados ascendió a 13. Todos los casos se detectaron en un radio estrictamente controlado de 20 kilómetros alrededor de Bellaterra, cerca de Barcelona, donde se encontraron los primeros cadáveres. Cataluña es conocida por su densidad de ganado porcino y el número de granjas profesionales. Sin embargo, los datos muestran que el brote podría haber tenido consecuencias mucho mayores si se hubiera producido en otra parte de la región.
Para España, hay mucho en juego: el sector porcino nacional tiene un valor estimado de 8.800 millones de euros. Hasta el momento, no se ha detectado el virus en ninguna granja porcina, pero las autoridades permanecen en alerta máxima. Para acelerar la búsqueda y el análisis de jabalíes, tanto el gobierno catalán como las autoridades nacionales han desplegado una unidad militar especializada. Según Catalan News, ya se han recuperado y examinado alrededor de 50 cadáveres de jabalí dentro de la zona de cuarentena. El Ministerio de Agricultura español sigue investigando diversas hipótesis sobre el origen del brote.
Medidas estrictas para las explotaciones ganaderas, apoyo regional y restricciones a la exportación
En respuesta, las autoridades regionales han ordenado protocolos de bioseguridad reforzados en todas las explotaciones ganaderas de Cataluña. Las medidas incluyen procedimientos más estrictos de limpieza y desinfección, higienización obligatoria de vehículos y controles más estrictos en la circulación de animales y materiales.
Dentro de la zona restringida, la circulación de cerdos vivos dentro y fuera de las explotaciones está prácticamente prohibida, excepto para los animales que se transporten directamente a los mataderos. Para apoyar a los productores afectados, la Generalitat ha puesto a disposición una línea de crédito de emergencia de 50 millones de euros.
La reaparición de la PPA tiene importantes consecuencias internacionales. España ha perdido su estatus de país libre de PPA, lo que ha llevado a más de 40 países no pertenecientes a la UE, incluyendo mercados de alto valor como Japón, México, Corea del Sur y Taiwán, a suspender las importaciones de carne de cerdo española. En conjunto, estos mercados representan alrededor del 12 % del valor total de las exportaciones del sector.
El sector se mantiene resiliente a pesar del revés
A pesar del revés, los expertos del sector no consideran que el brote represente una amenaza mortal para el sector porcino español. Según Plataforma Tierra del Grupo Fundación Cajamar, el sector se beneficia de una cartera de exportaciones altamente diversificada, una fuerte demanda dentro de la UE y acceso a mercados clave extracomunitarios, como China. Esta diversificación ha sido durante mucho tiempo una de las principales fortalezas del sector, ayudándolo a absorber las perturbaciones cuando se cierran mercados específicos.
Si los casos de PPA se mantienen contenidos y las autoridades logran aplicar la regionalización —un sistema en el que solo las zonas afectadas enfrentan restricciones mientras el resto del país mantiene el estatus de libre de PPA— se espera la reapertura de muchos mercados de exportación. Esta medida reduciría significativamente el impacto económico en el sector.

































