• La Directora Ejecutiva de AFIPA analiza los desafíos del uso de estos productos en Chile en la seguridad alimentaria, el combate al cambio climático, la productividad agrícola y la sanidad vegetal.

En tiempos donde la agricultura enfrenta una creciente presión por producir más y mejor, con menos recursos y mayor exigencia sanitaria, el uso de productos fitosanitarios ha cobrado una importancia estratégica. Pero junto a su aporte clave en la sanidad vegetal y la productividad, también emerge un desafío ineludible: el combate al comercio ilegal de agroquímicos y la necesidad de avanzar hacia un modelo más sostenible y seguro para el campo chileno.

Así lo plantea Patricia Villarreal, Directora Ejecutiva de AFIPA, quien desde su rol gremial ha liderado iniciativas de articulación con autoridades, formación de agricultores y diseño de estrategias para la trazabilidad y el uso responsable de insumos agrícolas.

“La trazabilidad y la compra responsable son tareas de todos, no solo de las autoridades”, señala con claridad.

Según Villarreal, el comercio ilegal de productos fitosanitarios –que incluye falsificaciones, adulteraciones, contrabando o venta sin registro SAG– va en aumento en Latinoamérica, generando un impacto directo en la salud humana, el medioambiente y la reputación del sector agrícola.

“Estamos viendo más productos de origen desconocido en el mercado, sin trazabilidad ni estándares mínimos. Eso pone en riesgo la inocuidad de los alimentos y la competitividad internacional del agro chileno”, advierte.

Desde AFIPA, el gremio trabaja en campañas de educación, fiscalización y colaboración interinstitucional, junto al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y otras entidades públicas y privadas. Se han desarrollado capacitaciones incluso para los equipos que participan en decomisos, y actualmente se lleva adelante un estudio para dimensionar el problema a nivel país.

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Agricultura Sostenible en Acción: una apuesta por capacitar y transformar

Uno de los principales ejes de trabajo de AFIPA ha sido el programa “Agricultura Sostenible en Acción”, desarrollado junto a CropLife Latin America e International, con foco en la Agricultura Familiar Campesina (AFC).

Durante 2024, se capacitaron más de 12.250 agricultores y técnicos en Buenas Prácticas Agrícolas (BPA), uso seguro de fitosanitarios, Manejo Integrado de Plagas (MIP), y calibración de equipos. En regiones como O’Higgins, Maule, Metropolitana y Arica, la alianza con INDAP ha sido clave para adaptar los contenidos a las realidades locales.

Uno de los avances destacados ha sido la implementación de huertos demostrativos, como el desarrollado con un productor de cerezos en O’Higgins. Gracias al acompañamiento técnico y al diseño de un plan fitosanitario con enfoque en biodiversidad, el agricultor aumentó su producción en un 75%, alcanzando un 95% de fruta exportable.

“Esta experiencia la replicaremos en siete nuevos huertos en 2025, con cultivos como frambuesa, tomate, cebolla y frutilla. Queremos demostrar que sí es posible aplicar innovación con enfoque territorial”, enfatiza Villarreal.

Innovación y sostenibilidad: el futuro de los fitosanitarios

El desarrollo de moléculas más específicas y menos tóxicas, junto con la incorporación de tecnologías de agricultura de precisión, marcan la pauta en la industria moderna de protección vegetal.

“Hoy hablamos de productos con dosis más bajas, tiempos de carencia más cortos y menor impacto ambiental. Pero su efectividad depende del uso correcto, de la capacitación y del compromiso de todos los actores”, recalca la ingeniera agrónoma.

Para garantizar una agricultura segura y sostenible, Villarreal subraya que el rol del Estado como regulador y fiscalizador debe ir acompañado por normas modernas, basadas en ciencia, y una fuerte inversión en educación técnica. A su vez, el mundo privado debe aportar con información científica, herramientas de trazabilidad y formación continua.

“Desde AFIPA trabajamos codo a codo con autoridades y asociaciones de agricultores. El desafío no es solo controlar el uso de fitosanitarios, sino avanzar en una cultura agrícola moderna, basada en responsabilidad, sostenibilidad y eficiencia”, concluye.

¿Qué es un fitosanitario?

Un fitosanitario es una sustancia usada para proteger los cultivos frente a plagas, enfermedades o malezas, e incluye insecticidas, fungicidas, herbicidas, acaricidas, bactericidas y reguladores de crecimiento. Su uso adecuado permite proteger la producción agrícola, evitar pérdidas y garantizar la inocuidad de los alimentos.

Fuente: frutasdechile.cl

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