La mayoría de los casos se descubrieron en la Región de Arica y Parinacota, en el norte del país, y están asociados al ingreso irregular de camiones con frutas tropicales.
En declaraciones al medio MundoAgro, Gajardo señaló que este insecto nunca vuela más allá de un radio de 200 metros y, por lo tanto, no podría llegar hasta Chile por sus medios, sino por la irresponsabilidad de la gente que ingresa esos productos.
Para controlar la plaga, el SAG utiliza varios medios, entre ellos la colocación de trampas distribuidas incluso en áreas donde no hay brotes detectados. En estos momentos hay más de 17 mil trampas funcionando y el objetivo es llegar al doble.
Otra técnica es la liberación del insecto estéril, medida eficaz para prevenir la reproducción y que se utiliza también en otros países.
Precisó Gajardo que uno de los principales riesgos es la infestación de los cultivos de cerezas, las cuales van principalmente a China, donde existen protocolos mucho más exigentes respecto al resto del mundo.
La fruta debe pasar por un tratamiento de frío por al menos 30 días, lo cual aumenta los costos de la exportación, y al llegar a su destino se le somete a una revisión minuciosa antes de aprobar el ingreso a los mercados.
Durante la temporada 2023–2024, Chile vendió al país asiático 413 mil 970 toneladas de cerezas, un nuevo récord que consolida a China como el principal comprador del mundo.
Crónica Digital / Prensa Latina.