Actores sectoriales y expertos de Chile, Francia y Alemania reflexionaron sobre los desafíos que el cambio climático plantea a la agricultura, haciendo énfasis en la resiliencia y en las oportunidades que surgen en este escenario de incertidumbre producto de una mayor ocurrencia de eventos extremos, como sequías y heladas. Con un foco marcadamente regional, este año el Foro se realizó en Valparaíso, Coquimbo y Concepción.
30 de agosto 2017.- ¿Cómo adaptamos nuestra agricultura a los escenarios de incertidumbre que plantea el cambio climático? ¿Qué rol está jugando la innovación para detectar oportunidades y generar soluciones en este contexto que pone en jaque la producción de alimentos en Chile y el mundo? Expertos nacionales e internacionales junto a autoridades sectoriales, conversaron en la IV versión del Foro Innovagro 2017 sobre un tema que es considerado la “cuestión social” del siglo XXI.
El evento, organizado por la Fundación para la Innovación Agraria del Ministerio de Agricultura (FIA), se enfocó en los desafíos que impone el nuevo escenario agroclimático, con un abordaje desde la resiliencia, la agricultura sustentable y la innovación.
Según explicó la directora ejecutiva de FIA, María José Etchegaray, “en medio del desafío que significa el cambio climático, la innovación está llamada a jugar un papel central, a través una mirada estratégica de la producción agrícola, el desarrollo, adaptación y transferencia de tecnologías, y manejos que permitan asimilar y enfrentar adecuadamente las nuevas condiciones”.
Este año el foro se realizó en Valparaíso, Coquimbo y Concepción, planteándose los desafíos específicos para las macrozonas centro, norte y sur del país. En Coquimbo, el evento contó con la presencia del ministro (s) de Agricultura, Claudio Ternicier, quien enfatizó en la importancia de debatir en torno al cambio climático y los desafíos para el sector agroalimentario y forestal. En tal sentido, explicó que la mayoría de las acciones que emprende el Ministerio de Agricultura se vinculan con la adaptación a las nuevas condiciones, impulsando una actividad agrícola sustentable. “Queremos trabajar en conjunto con el sector privado para adaptarnos a este fenómeno. Tenemos una tremenda oportunidad como país y queremos aprovecharla”, sostuvo.
En la misma línea, agregó que la innovación es un elemento fundamental para enfrentar las demandas que tiene la agricultura. “Hoy día para seguir siendo competitivos tenemos que innovar, lo cual implica seguir siendo eficientes desde el punto de vista productivo, que podamos diversificar nuestra producción, y que apuntemos hacia alimentos que demanda la sociedad. Y en un escenario de cambio climático debemos hacer un esfuerzo mayor para lograr estos objetivos”, indicó.
María José Etchegaray complementó que lo anterior cobra particular relevancia en regiones como Valparaíso, Coquimbo y Biobío, donde los cultivos se han visto fuertemente afectados por eventos extremos como sequías y heladas. “Petorca, por ejemplo, hace años viene viviendo una situación de sequía muy aguda, que de ser una emergencia pasó a ser su condición permanente. Sin embargo, si en la zona la actividad agrícola se desarrolla al alero de un análisis estratégico de los riesgos climáticos propios del lugar, se incrementará notablemente las probabilidades de tomar mejores decisiones y, en consecuencia, aumentar la productividad y competitividad de los campos”.
LOS DESAFÍOS
Desde Francia, Marie-Hélène Schwoob, experta en sustentabilidad y transformación de sistemas alimentarios, expuso sobre la experiencia extranjera en este ámbito, mientras que el investigador alemán Michael Rumberg se refirió a experiencias internacionales en desarrollo sustentable, bonos de carbono y energías renovables. Pero fueron los investigadores nacionales quienes se encargaron de “entrar al área chica” abordando el cambio climático desde la perspectiva de cada macrozona del país.
En el foro desarrollado en Valparaíso, el profesor de la Universidad Católica, Francisco Meza, señaló que en la zona central se pronostica la disminución en los niveles de precipitación y periodos de sequía, disminución en los caudales de los ríos y pérdidas en la acumulación de nieve por el alza de la isoterma cero, que afecta directamente los reservorios de agua. No obstante, el investigador destacó los esfuerzos que se están realizando en la zona para enfrentar este panorama, los cuales se han materializado en iniciativas como el Maipo Plan de Adaptación (MAPA), cuyo objetivo fue articular el desarrollo de un plan de adaptación en la cuenca del río Maipo a partir del análisis de las vulnerabilidades de los diferentes tipos de usuarios del agua.
Según Meza, es inevitable que el sistema climático siga cambiando, por lo que la humanidad tendrá que hacer frente a los impactos que ello conlleva. “Debemos generar acciones de mitigación de gases de efecto invernadero, tales como implementar prácticas de eficiencia energética, fomentar el uso de energías renovables para reemplazar combustibles fósiles, gestionar y tratar adecuadamente los residuos orgánicos para evitar la liberación de metano a la atmosfera, y cambiar el uso de pesticidas por biopesticidas. Estas acciones o medidas de mitigación no sólo contribuyen a reducir los impactos medio ambientales, sino que también a entregar valor a la agricultura, a los procesos productivos y el entorno con los trabajadores y la comunidad”.
En Coquimbo en tanto, el doctor en Ingeniería Agrícola, Jorge Núñez, expuso que la macrozona norte (Arica a Coquimbo) seguirá viviendo eventos climáticos extremos, tales como sequías y lluvias fuera de temporada.
Para las cuencas ubicadas en la región de Coquimbo, por ejemplo, y según lo proyectando en la Tercera Comunicación Nacional de Chile ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (2016), se espera una disminución en los caudales de los ríos producto de la disminución de las precipitaciones y de pérdidas en la acumulación de nieve por el alza de la isoterma cero. Producto de lo anterior, se producirá una reducción de la capacidad de almacenar nieve a lo largo del año, y además alteraría los patrones temporales en que los caudales medios y extremos se manifiestan en las cuencas, especialmente aquellas de influencia nival.
Por último, en el foro de Concepción, la académica de la Universidad de Chile y Premio Nacional de Ciencias 2010, Mary Kalin, se refirió en detalle a las particularidades de la macrozona sur: “Si uno mira los modelos de cambio climático, se puede proyectar con bastante certeza que la zona centro sur será las más afectada en torno a la disminución de las precipitaciones, por lo tanto, como esta es un área forestal y agrícola el agua es el elemento que orquesta el ecosistema agrario y forestal. Aquí hay una gran oportunidad para usar este recurso de manera más sustentable. Una opción cierta es avanzar hacia el cultivo de otras especies”, explicó.
Cabe destacar que durante los foros de Valparaíso y Concepción, se desarrolló además una instancia especial sólo para jóvenes, convocando a muchachas y muchachos con formación en distintas disciplinas, con interés en aportar ideas y soluciones a los desafíos asociados al cambio climático.
ACERCA DE FIA
La Fundación para la Innovación Agraria (FIA), perteneciente al Ministerio de Agricultura, es la agencia sectorial de fomento a la innovación y su objetivo es contribuir al incremento de la competitividad de la agricultura nacional. Su actividad se centra en el fomento de los procesos de innovación y en actuar sobre el
entorno y condiciones que los favorecen. Todo ello a través de financiamiento de iniciativas, de la generación de estrategias y la transferencia de información y resultados de proyectos y programas innovadores. Más informaciones en www.fia.cl
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Equipo Prensa
Portal Agro Chile