En los meses más fríos, el consumo de miel aumenta considerablemente en nuestro país. Gabriela Lizana, Directora de Carrera de Nutrición y Dietética de UDLA Sede Viña del Mar, explica que este súper alimento, además de ser una opción natural para endulzar los alimentos, posee propiedades nutricionales y funcionales beneficiosas para la salud, ampliamente reconocidas por la ciencia, entre ellas, sus propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias, antioxidantes, para el tratamiento de la tos, resfriado común, salud digestiva e incluso cutánea. Sin embargo, para obtener sus verdaderos beneficios, es fundamental saber diferenciar una miel pura de aquella que ha sido falseada.
“La miel adulterada, es aquella a la que se la ha adicionado azúcar u otros tipos de miel de baja calidad, con el fin de aumentar el volumen. Con esta intervención, se pierde gran parte de las propiedades nutricionales, disminuyendo así su valor para la salud. Si bien existen múltiples creencias populares sobre cómo identificar que sea auténtica, muchas de estas afirmaciones carecen de base científica y, peor aún, están erradas”, comenta la académica.
Explica que la única forma certera de confirmar la pureza de este producto es a través de un análisis físico-químico realizado en laboratorio, siguiendo los criterios establecidos por el Reglamento Sanitario de los Alimentos (RSA) del Ministerio de Salud. No obstante, existen algunas características organolépticas, como el color, olor, sabor y textura del alimento, que pueden ayudar a los consumidores a identificar una miel natural.
- Color: puede ir desde tonos ámbar muy claros hasta marrones más oscuros. Esta variación depende del tipo de flores visitadas por las abejas (miel monofloral, bifloral o multifloral) y de la concentración de minerales presentes (a mayor contenido mineral, más oscura será la miel).
- Olor: generalmente floral, aunque puede variar según la fuente vegetal. Es normal que el aroma disminuya con el paso del tiempo, lo cual no indica pérdida de pureza.
- Sabor: siempre dulce, aunque puede presentar matices más intensos o suaves, dependiendo de las flores. Las mieles oscuras suelen tener un sabor más fuerte.
- Textura: va desde líquida y viscosa hasta cristalizada. La cristalización es un proceso natural y no indica adulteración; por el contrario, muchas mieles puras tienden a hacerlo con el tiempo, especialmente en climas fríos o cuando se almacenan en envases no herméticos.
Consejos para elegir una miel de calidad
- Prefiera comprar a apicultores certificados o en comercio establecido.
- Revise el etiquetado. Asegúrese de que solo se declare miel como ingrediente, sin aditivos, colorantes ni preservantes.
- Evite consumir miel con precios menores a $5.000 por kilo, ya que podrían haber sido diluidas o sometidas a procesos que reducen su valor nutricional.
- Evite miel pasteurizada, ya que este proceso destruye enzimas y compuestos bioactivos beneficiosos, como antioxidantes y antimicrobianos.
¿Cómo saber si es miel pura en casa?
- No debe tener olor ni sabor a caramelo o azúcar quemada.
- La miel pura se disuelve lentamente en agua fría, a diferencia del azúcar común.
- Es un alimento perenne. No debería presentar signos de fermentación ni moho.
- Durante la cristalización, adquiere una textura más granulada y un tono más oscuro.
“Conocer estos sencillos consejos, permite que podamos elegir consumir una miel pura, que no solo garantiza tener mejores características organolépticas, sino que también nos asegura la calidad nutricional, brindada por sus múltiples vitaminas y minerales y, la inocuidad alimentaria, evitando el riesgo de enfermedades por su consumo”, dijo la nutricionista.