Originalmente desarrollados para hacer productivas tierras desérticas en países como Israel y México, hoy se reconoce su amplio potencial para optimizar la agricultura en cualquier clima.
Ahorro de Agua y Mayor Productividad
Los hidroretenedores, principalmente poliacrilamidas y poliacrilatos, actúan como un verdadero reservorio de agua cerca de las raíces de las plantas. Su capacidad de hincharse permite que el suelo retenga la humedad de manera más eficiente, evitando pérdidas por lixiviación (pérdida de agua a nivel freático). Esta propiedad se traduce en beneficios directos para el productor:
Ahorro significativo de agua: Se puede reducir a la mitad la cantidad de agua necesaria por cada riego y, al mismo tiempo, disminuir su frecuencia.
Mayor rendimiento: Al asegurar un suministro constante de humedad, los cultivos experimentan un menor estrés hídrico, lo que se refleja en un mayor rendimiento de las cosechas.
Mejora del suelo: Contribuyen a una mejor estructura, aireación y drenaje del suelo.
Reducción de costos: El uso de hidroretenedores también disminuye el consumo de fertilizantes, ya que estos se retienen de mejor manera cerca de la zona radicular.
Una de las ventajas más notables es la relación de absorción: 1 kilogramo de hidroretenedor puede almacenar hasta 200 litros de agua, protegiendo a cientos de plantas durante periodos secos. Con una duración de hasta 3 años en el suelo, su funcionalidad es reversible, volviendo a hidratarse con cada nuevo riego o lluvia.
Una Solución Versátil para la Agricultura Moderna
La implementación de esta tecnología es ideal para reducir el estrés hídrico en todo tipo de cultivos, facilitando incluso proyectos de reforestación. Además, su versatilidad la hace indispensable en técnicas innovadoras y estéticas como los jardines verticales, la hidrosiembra en taludes y la agricultura vertical, donde la fuerza de gravedad y la limitada retención de humedad son desafíos constantes.