Cuando hablamos de contaminación ambiental o las causas del efecto invernadero, solemos pensar en el polvo de vehículos o fábricas industriales. Pero pocas personas se dan cuenta de que las vacas en las granjas también son las responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El metano y la historia del… estómago de vaca
El metano no dura tanto como el CO₂, solo unos 12 años en la atmósfera. Pero en ese corto tiempo, tiene 25 veces más poder de calentamiento que el CO₂, lo que provoca que el planeta se caliente. El aumento de las temperaturas también provoca desastres naturales como tormentas, inundaciones, olas de calor y sequías más frecuentes e intensas. Esto significa que si reducimos las emisiones de metano hoy, los impactos positivos en el medio ambiente se sentirán en las próximas décadas. Por el contrario, si no actuamos, el planeta se calentará más y el cambio climático se agravará.
Resulta difícil creer que las vacas, junto con otros animales como búfalos, caballos y ovejas, emitan grandes cantidades de gas metano a la atmósfera. La razón reside en el particular proceso digestivo de los rumiantes. En su rumen, hay miles de millones de microorganismos que ayudan a descomponer la hierba y el forraje. Este proceso produce numerosos gases, incluido el metano. Cuando las vacas eructan o se expulsan gases, el gas metano de sus estómagos se escapa y va directamente a la atmósfera.
Según los científicos , cada vaca puede emitir entre 100 y 200 litros de metano al día. Con millones de vacas en todo el mundo, esta cifra se vuelve enorme, convirtiendo a la industria ganadera en una de las mayores fuentes de emisiones de metano del planeta.
Cada granja de vacas es una fuente de enormes emisiones.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la ganadería representa aproximadamente el 32% del metano generado por el hombre, siendo el ganado lechero y de carne el que más contribuye. En Vietnam, el rebaño total asciende actualmente a unos 7 millones de vacas, sin mencionar los más de 5 millones de búfalos. Con una emisión estimada de cientos de litros de metano al día por vaca, es evidente que las granjas ganaderas son focos de emisiones. Además de los gases estomacales, los desechos del ganado, si se dejan expuestos o se tratan incorrectamente, también generan grandes cantidades de metano. Por ello, muchos países, incluido Vietnam, buscan maneras de controlar y reducir el metano procedente de la industria ganadera.
Mejorar la dieta es una medida que se aplica en muchos países por su sencillez, facilidad de implementación y gran eficacia. Alimentar a las vacas con más cereales y subproductos agrícolas procesados ayuda a reducir la cantidad de gases producidos durante la digestión. Las investigaciones demuestran que algunos tipos de algas rojas, aceites vegetales o aditivos especiales pueden reducir la cantidad de metano que emiten las vacas hasta en un 30 %. Además, una dieta equilibrada ayuda a las vacas a digerir mejor, a emitir menos gases e incluso a aumentar la producción de leche y carne.
La gestión inteligente de residuos también es una medida que debe estudiarse cuidadosamente. Las fosas de compostaje de biogás son una solución popular, ya que tratan residuos y generan gas para uso doméstico o generación de electricidad. Como alternativa, el compostaje de estiércol orgánico combinado con productos biológicos para la descomposición aeróbica limita la producción de metano.
Las agencias también deben apoyar a los ganaderos en el cruzamiento de razas para producir vacas que digieran los alimentos eficientemente y emitan menos. Los sensores instalados en las vacas o en los establos ayudan a monitorear la digestión y a ajustar las raciones oportunamente. La construcción de granjas centralizadas y cerradas facilita el control y el tratamiento de las emisiones. Con la cooperación de ganaderos, científicos, empresas y el Gobierno , podemos reducir por completo las emisiones de metano, convertir los residuos en energía y construir una industria ganadera que alimente a las personas y no «alimente» el cambio climático.
Unir fuerzas hacia una agricultura verde sostenible
Imaginen: granjas de ganado que no solo producen leche y carne, sino que también generan electricidad a partir de biogás y proporcionan fertilizante orgánico para los campos. Esa es la imagen de una agricultura verde, circular y sostenible.
Reducir el metano de la ganadería no solo ayuda a proteger el clima global, sino que también aporta beneficios prácticos: ahorro de costes, aprovechamiento de residuos como energía y aumento del valor de la carne y los productos lácteos vietnamitas en el mercado internacional. Porque cada litro de metano reducido hoy representa un respiro extra para la Tierra mañana.
Fuente: https://baotintuc.vn/van-de-quan-tam/giam-phat-thai-khi-methane-trong-chan-nuoi-bo-giai-phap-xanh-cho-tuong-lai-20250916132849633.htm