- La Noche de Brujas se consolida como una vitrina estratégica para la creatividad de pastelerías y negocios del rubro. La marca espera contribuir a transformar cada preparación en una experiencia memorable, aumentar ventas y fidelizar clientes.
Halloween ya no se limita a disfraces y caramelos; se ha consolidado como un momento estratégico para la pastelería y los negocios gastronómicos que buscan innovar. Soprole Food Professionals acompaña a los emprendedores con herramientas prácticas, recetarios temáticos y productos de calidad, potenciando la creatividad y la conexión con los clientes durante estas celebraciones.
“Halloween es una fecha en la que todo está permitido. Puedes equivocarte y transformar ese error en algo llamativo y comestible”, afirma Irma Barrera, chef pastelera chilena radicada en Estados Unidos y una de las autoras de “La Profecía del Pastel Embrujado”, un recetario que combina recetas creativas con consejos de decoración y storytelling para emprendedores reposteros.
Impulsado por Soprole Food Professionals, el recetario busca que cada preparación se convierta en una experiencia memorable que sorprenda a los clientes y aumente las ventas. La iniciativa entrega recursos y herramientas a los negocios reposteros para aprovechar al máximo las fechas temáticas, diferenciar su oferta, fidelizar clientes y combinar creatividad con productos profesionales de alta calidad.
Para materializar esta filosofía, la marca ofrece kits imprimibles, contenido para redes sociales y recetarios que facilitan la implementación de ideas innovadoras. De esta manera, los emprendedores pueden diseñar experiencias que fidelicen clientes y transformen la innovación en un beneficio económico concreto. Aprovechar cada celebración, desde Halloween hasta Fiestas Patrias o Navidad, permite consolidar la propuesta de valor y destacar en un mercado cada vez más competitivo.
Pastelería temática
La pastelería temática se consolida como una forma de expresión artística que transforma el consumo en una experiencia memorable. La combinación de estética, sabor y narrativa convierte cada preparación en un momento que los clientes recuerdan y comparten. Según Irma Barrera, “la pastelería temática es un desafío creativo. Te permite explorar nuevas ideas, combinar técnicas y transformar incluso un error en un detalle único y divertido”.
En este marco, Halloween se convierte en un espacio ideal para que pasteleros y emprendedores gastronómicos experimenten con diseños, colores y técnicas que los diferencien. La profesional aconseja involucrar a los clientes en el proceso creativo y dejar volar la imaginación: “Si quieres destacar, crea productos con decoraciones únicas. Los clientes siempre valoran lo diferente, lo creativo y lo que transmite una experiencia. Más que un producto, un postre o un pastel son precisamente eso: una experiencia que debe emocionar y quedar en la memoria”.
La “Profecía del Pastel Embrujado”, desarrollada junto a la chef Mimí Mayol, no solo ofrece instrucciones culinarias, sino también consejos de montaje visual y storytelling. Preparaciones como pumpkin pies o shortbread cookies con forma de dedos incluyen relatos breves que crean una experiencia sensorial y emocional que va más allá del sabor. Para los emprendedores, esto se traduce en la posibilidad de generar vínculos más fuertes con los clientes, quienes valoran la originalidad, la creatividad y la capacidad de sorprender en cada detalle.
El arte de transformar
Innovar y conocer al público son claves para que los negocios reposteros aprovechen al máximo las fechas temáticas. Con “La Profecía del Pastel Embrujado”, Soprole Food Professionals ofrece un recetario que combina creatividad y presentación, permitiendo que las preparaciones destaquen en vitrinas y redes sociales. Productos como mantequilla sin sal, queso crema profesional y manjares de la marca se convierten en aliados para innovar sin comprometer la calidad.
Esta estrategia busca sorprender a los clientes, generar un aumento concreto en las ventas y posicionar a los emprendedores ante consumidores que valoran experiencias únicas. “Los productos temáticos permiten marcar la diferencia y dar a los clientes algo que los haga sentir especiales. Cada creación puede convertirse en un momento feliz. Mi invitación es a pensar en la pastelería no solo como un oficio, sino como un arte capaz de transformar una celebración en algo inolvidable”, concluye Barrera.