La agricultura chilena enfrenta hoy un doble desafío: mantener su productividad y competitividad, mientras reduce su impacto ambiental. Se trata de un sector que representa cerca del 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero del país, según el Inventario Nacional de GEI (2022), y que además concentra alrededor del 70% del consumo de agua a nivel nacional, de acuerdo con datos de la Dirección General de Aguas (DGA).

A ello se suma el aumento en la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos, como sequías prolongadas, heladas fuera de temporada y olas de calor, que afectan tanto la productividad como la estabilidad de los ecosistemas agrícolas.

El punto positivo en Chile es que cada vez más productores y agroindustrias reconocen estos riesgos y la necesidad de adaptarse. Buscan reducir costos, cumplir con nuevas exigencias de los mercados y fortalecer su resiliencia y reputación ambiental. Sin embargo, muchas veces consideran que avanzar en sostenibilidad es caro o complejo.

 

APL: del desafío a la oportunidad

En ese contexto, los Acuerdos de Producción Limpia (APL) surgen como una herramienta concreta para avanzar hacia la sostenibilidad de manera ordenada, acompañada y costo-efectiva.

Los APL son acuerdos voluntarios entre empresas, gremios y la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático (ASCC), orientados a mejorar la eficiencia y reducir impactos ambientales mediante la implementación de metas verificables. Las empresas que participan reciben apoyo técnico, capacitación y reconocimiento oficial, lo que les permite acceder a certificaciones, fortalecer su trazabilidad ambiental y mejorar su desempeño operativo.

Un ejemplo reciente es el APL “Certificado Azul”, que impulsa la gestión hídrica sustentable en agroindustrias, promoviendo el uso eficiente del agua y la reducción de la huella hídrica. Este acuerdo ha permitido a diversas empresas medir, optimizar y reportar su consumo de agua, incorporando prácticas más resilientes frente a la crisis hídrica y fortaleciendo su licencia social para operar.

 

La visión desde el sector

Consultoras especializadas como Realiza, que han acompañado a empresas y gremios en procesos de gestión sustentable, destacan el valor de este tipo de instrumentos. “Aún existe la idea de que la sostenibilidad es cara o burocrática, cuando en realidad los APL son una oportunidad para ordenar la gestión, reducir costos y mejorar la competitividad exportadora”, señala María Jesús Mayr, socia de Realiza, Consultora en Sostenibilidad.

Desde su experiencia, Mayr agrega que “quienes se suban antes al carro de la sostenibilidad estarán mejor preparados para el futuro, tanto climático como regulatorio. Los APL permiten avanzar con acompañamiento, financiamiento y validación técnica, lo que reduce la brecha entre las metas y la acción”.

 

Un camino accesible hacia la sostenibilidad

El interés por la sostenibilidad en el agro chileno seguirá creciendo, impulsado por la presión de mercados internacionales, inversionistas y consumidores. En ese escenario, los APL representan una vía práctica para que las empresas agrícolas avancen en cumplimiento ambiental sin perder rentabilidad.

“La clave está en cambiar la mirada: no se trata de gastar en sostenibilidad, sino de invertir en competitividad”, concluye Mayr. “Los APL son una puerta de entrada simple y efectiva para comenzar ese camino”.

 

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Equipo Prensa
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