- Centro Ceres iniciará en mayo la última tanda de talleres que capacitará a agricultores en el uso de prácticas agroecológicas que apuntan a la recuperación de laderas degradadas por una agricultura intensiva. En cada jornada, sus participantes podrán acceder a un paquete tecnológico basado en soluciones de la naturaleza que permitirían una producción de alimentos con una baja dependencia hídrica.
Como parte del proyecto “Solución innovadora para la recuperación de cultivos agrícolas de secano en las laderas de la Región de Valparaíso”, iniciativa apoyada por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA); estas cinco nuevas jornadas de aprendizaje participativo vienen a completar un total de 20 encuentros realizados durante 2024 con agricultores de Olmué, La Ligua y Casablanca.
En cada sesión, se espera compartir el uso de la TEG (Técnica con Enfoque Geomorfológico), la que permite la formación de terrazas y la construcción de zanjas de infiltración, respetando las curvas de nivel de cada ladera. A esto se suma la incorporación de materia orgánica y el establecimiento de la tuna, cultivo que se destaca por su bajo requerimiento hídrico.
“La tuna es un cultivo reconocido por los agricultores, quienes en algunos casos, ya contaban con experiencia en su producción y comercialización”, afirma Héctor Moya, coordinador del proyecto. Si bien en una primera etapa se presentaron otras especies vegetales aptas a las condiciones de sequía, el investigador detalla que otros factores que influyeron en su establecimiento fueron su “rusticidad, baja demanda de agua y mano de obra, junto con un alto rendimiento productivo”.
A casi dos años de iniciado el proyecto, Moya observa como uno de los principales desafíos para la efectividad del paquete a las condiciones climáticas, porque “dependemos mayormente de las precipitaciones como fuente de agua para los cultivos”. A pesar de este escenario, el profesional visualiza la formación de terrazas como un método de adaptación a la sequía efectivo para la recuperación de laderas degradadas y/o áreas agrícolas abandonadas, permitiendo el establecimiento de cultivos en ellas.