Con la participación de autoridades regionales, equipos técnicos y representantes del mundo campesino, se realizó en Mañihuales el Encuentro Regional de Egreso del Programa de Transición a la Agricultura Sostenible (TAS). Esta actividad marcó el cierre del primer ciclo de la iniciativa en la Región de Aysén.
Durante esta etapa, participaron productoras y productores de las comunas de Aysén y Coyhaique, quienes durante dos años formaron parte activa del proceso de transición hacia prácticas más sostenibles en sus sistemas productivos.
El encuentro fue encabezado por el seremi de Agricultura, Eugenio Ruiz, junto a la directora regional de INDAP, Yessica Lagos, y la directora de INIA Tamel Aike, Camila Reyes. A la ceremonia asistieron también jefes de área de INDAP e investigadoras e investigadores del INIA, quienes acompañaron y brindaron apoyo técnico a las y los agricultores a lo largo de todo el programa.
El Programa TAS es una iniciativa conjunta del Ministerio de Agricultura, INDAP e INIA, orientada a fortalecer las capacidades de los sistemas productivos agropecuarios mediante un enfoque sostenible y contextualizado a las realidades territoriales. En la Región de Aysén, su ejecución se extendió entre septiembre de 2023 y junio de 2025, incluyendo asesorías técnicas en predios, talleres grupales, formulación de proyectos de inversión y una gira técnica a El Bolsón, Argentina, donde se conocieron experiencias destacadas en producción agroecológica.
Durante su intervención, el seremi de Agricultura, Eugenio Ruíz, destacó la orientación del Gobierno hacia una agricultura con mayor conciencia ambiental y comprometida con la soberanía alimentaria:
“Quiero relevar este esfuerzo que realiza el Ministerio de Agricultura, a través de INDAP e INIA, para transitar desde una agricultura tradicional hacia una agroagricultura, donde las herramientas y conocimientos son fundamentales, especialmente en el cuidado de nuestros suelos (…) Por eso, este trabajo desarrollado durante dos años ha sido fundamental”, sostuvo.
Por su parte, la directora de INDAP, Yessica Lagos, valoró el trabajo articulado entre instituciones y el compromiso demostrado por las y los participantes. Enfatizó que este programa representa el inicio de un gran desafío para la institución: avanzar en la incorporación progresiva del enfoque agroecológico en todos los programas del servicio, promoviendo sistemas productivos más sostenibles.
“Este ha sido un tremendo programa, desarrollado en conjunto con INIA, en el que participaron 32 agricultoras y agricultores. A lo largo del proceso, han aprendido e implementado prácticas agroecológicas, y estamos muy satisfechos con los resultados que hemos alcanzado”, indicó.
Uno de los momentos significativos del encuentro fue la entrega de diplomas de egreso a las 32 personas que completaron el proceso. La jornada incluyó también un intercambio simbólico de semillas, como forma de relevar el vínculo entre conocimientos tradicionales, territorio y comunidad.
Durante el ciclo 2024–2025, el programa desplegó un proceso formativo integral, que incluyó asesorías técnicas especializadas en terreno, capacitaciones en temas como manejo de suelos, biodiversidad, gestión predial y comercialización, además de diagnósticos individuales. Este trabajo se desarrolló en los territorios de Coyhaique y Aysén, y fue destacado por la directora de INIA Tamel Aike, Camila Reyes:
“Este programa nos ha permitido acompañar a productoras y productores hortofrutícolas en la implementación de nuevas técnicas agroecológicas en sus sistemas productivos. Ha sido un espacio valioso para transferir conocimientos, pero también para aprender juntos y fortalecer nuestra cadena agroalimentaria”, señaló.
Durante la ceremonia, se vivió un momento especialmente emotivo con el reconocimiento a tres productoras destacadas por su compromiso y activa participación: María Soledad Castillo (Coyhaique), Elena Gallardo (Aysén) y Verónica Momberg (Mañihuales), quienes representan la experiencia de muchas mujeres rurales que han apostado por incorporar prácticas agroecológicas en sus predios.
María Soledad Castillo compartió cómo este proceso de acompañamiento transformó su forma de cultivar y de mirar la tierra:
“Aprendimos a cultivar nuestros productos de forma más sana, más rápida, con un color verde hermoso, fresco. Porque entendimos que todo lo que viene de la tierra, vuelve a ella y nos entrega alimentos sanos. Trabajamos el suelo de forma orgánica, sin químicos. Usamos abonos, hojas, todo lo que nos sirva para cultivar lo que llevamos a la mesa”, comentó la productora de Ensenada Valle Simpson.
Bernardita Lagos, productora de Villa Mañihuales, también valoró profundamente los aprendizajes adquiridos:
“A veces tenemos todo, pero no sabemos cómo usarlo. En estos cursos aprendimos muchísimo, fueron muy buenos. Ojalá esta cadena de sabiduría nunca se corte, porque realmente la necesitamos. Yo ya soy adulta mayor, pero estoy involucrando a mis nietos, a mis sobrinos, para que aprendan también. Para que tengan el conocimiento y puedan seguir en el campo, que es lo más hermoso que existe.”
Con este hito, se cierra una etapa de aprendizaje, colaboración y compromiso con una agricultura más consciente y resiliente en la región austral.
Equipo Prensa
Portal Agro Chile
