El análisis permite conocer cómo las especies han afrontado los intensos cambios climáticos a lo largo del tiempo y utilizar esta información para entender cómo las especies podrían reaccionar al cambio climático futuro.
“El registro fósil de condictrios del Cretácico al Eoceno en Chile: diversidad e implicancias paleobiogeográficas”, es el título del estudio donde participa el Dr. Jaime Villafaña, investigador postdoctoral de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC). La investigación se desarrolla en el marco de la tesis de Nicolás Cañete, estudiante del Doctorado en Oceanografía de la Universidad de Concepción y tesista del Dr. Villafaña.
La investigación fue publicada por la revista británica Historical Biology y con apoyo de un grupo de diversos científicos, buscó reconstruir la historia pasada de tiburones, rayas y quimeras que habitaron las costas de Chile entre 72 y 34 millones de años.
Se trata de una revisión considerando un registro más antiguo del que está disponible en la actualidad, el que coincide con el periodo de la extinción de los dinosaurios. “Se trabajó con análisis de datos, revisión bibliográfica, artículos científicos, resúmenes de congresos e informes técnicos. Reunimos toda esta información y la analizamos, considerando el centro-sur de Chile”, contextualizó el Dr. Jaime Villafaña.
El trabajo analizó fósiles de 29 localidades, identificando 43 géneros pertenecientes a 11 órdenes. La mayoría correspondía a tiburones, incluidos lamniformes, grupo del tiburón blanco, y muchos son antepasados directos de especies que todavía habitan en aguas chilenas. “Nuestra revisión nos demuestra la alta diversidad del grupo en el pasado, estudios previos habían sido desarrollados en localidades y tiempos puntuales. Ahora ya conocemos todo el ensamble del grupo en diferentes ventanas temporales. El registro fósil de condrictios ha sido bastante estudiado para la zona norte de Chile, pero en la zona centro-sur se conocía muy poco. Hoy, con estos resultados, se complementa el panorama a lo largo de todo Chile”, agregó.
La investigación determinó que en el Eoceno existía una mayor diversidad de géneros, seguido por el Cretácico Tardío y luego el Paleoceno Tardío. En esta época los tiburones son los que representan una mayor diversidad. Cerca del 40% de estos géneros logró sobrevivir a la extinción masiva que acabó con los dinosaurios, así como a otros intensos cambios climáticos y oceanográficos ocurridos hace millones de años.
“Estos datos nos indican que los condrictios son organismos marinos resistentes a los cambios, lograron sobrevivir y adaptarse a estos eventos. Existió todo un cambio en el ecosistema, con la posterior llegada de los mamíferos y pese a ello, lograron sobrevivir, lo que es interesante”, explicó el académico.
Similitudes en diferentes lugares del mundo
El análisis reveló que, a diferencia de lo ocurrido en otras regiones del mundo, en Chile no hubo un cambio drástico en la composición de especies tras la crisis del límite Cretácico–Paleógeno. Además, se encontraron similitudes sorprendentes entre las faunas fósiles chilenas y las de zonas tan lejanas como la Antártica, el Reino Unido y Ucrania, lo que sugiere la existencia de antiguas rutas marinas y condiciones ambientales similares que favorecieron la dispersión de estos animales.
“La fauna del pasado de Chile tiene similitud con la Antártida, sobre un 60% en el Eoceno. Antes esta zona poseía un clima más tropical, por lo que se ve la conexión con este sector. Hay similitudes con Norteamérica, ya que antes habían corredores marítimos que podrían explicar la conexión entre la fauna de Chile y otros sectores de Europa. Estos tiburones son migratorios y se podrían mover más fácilmente”, aseguró.
Respecto a la importancia de la temática está relacionada con saber información sobre la diversidad, abundancia, similitudes entre regiones y a nivel global. “Se puede extrapolar a la conservación de especies, ya que hay linajes de tiburones y rayas que han sobrevivido al cambio climático y a grandes extinciones. Hay grupos que son resistentes y otros que no respecto a cambios climáticos, oceanográficos o tectónicos. Con esta evidencia se podría interpretar datos y generar medidas de conservación en ciertos grupos”, cerró el académico.
A través de este estudio, el equipo logró consolidar la base de datos más completa del registro fósil de peces cartilaginosos de Chile para este rango temporal.
En el estudio también participaron la Dra. Laura Farias (Universidad de Concepción), la Dra. Eugenia Gayo (Universidad de Chile) y el Dr. Marcelo Rivadeneira (Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas)