Por José Vera, Product Manager de Agroplanet.
El frío y la lluvia en invierno no solo afectan los cultivos, también pueden causar problemas importantes en la maquinaria agrícola, especialmente en los tractores. El motor, al ser el componente principal del funcionamiento mecánico, requiere una mantención adecuada para evitar fallas que impacten la productividad en el campo.
Por eso es necesario considerar algunas claves esenciales para el buen cuidado del motor de los tractores durante condiciones climáticas adversas. En esta época el principal riesgo es la humedad y las bajas temperaturas. En ese contexto, es fundamental tomar varias medidas como revisar el sistema de refrigeración, asegurándose de que el agua refrigerante tenga anticongelante en la proporción adecuada. Esto evita que el líquido se congele y cause daños internos.
Junto con ello, es relevante proteger el sistema de admisión y escape, evitando que, entre agua o barro, especialmente si el tractor queda a la intemperie.
Otros cuidados a considerar son el verificar el estado y carga de la batería, ya que el frío reduce su capacidad de arranque. Además, se debe mantener el nivel y la calidad del aceite del motor, ya que un lubricante en mal estado pierde viscosidad y protección. Por último, también es importante encender el motor de forma regular, aunque el tractor no esté en uso constante, para evitar que se acumulen residuos o humedad interna.
Un punto importante para evitar contratiempos con el tractor es el correcto mantenimiento del motor. Su mantención dependerá del modelo del tractor y las condiciones de uso. “En general, se recomienda hacer una mantención preventiva cada 100 a 150 horas de uso. En climas extremos o en periodos de trabajo intensivo, es aconsejable reducir ese intervalo para anticiparse a posibles fallas.
Las revisiones deben incluir cambio de filtros, revisión de niveles de aceite y refrigerante, estado del sistema eléctrico y limpieza de componentes. Esta mantención es relevante, ya que la vida útil de un motor de tractor que está bien cuidado puede durar entre 5.000 y 10.000 horas de uso, e incluso más si se le realiza una mantención periódica y adecuada.
La clave está en prevenir antes que reparar. Muchos fallos que parecen ‘por desgaste’ son en realidad consecuencia de una mala mantención o del uso de lubricantes y repuestos de baja calidad. Por tanto, el realizar una mantención preventiva al motor del tractor cada 100 a 150 horas de uso, revisar el sistema de refrigeración y mantener el nivel y calidad de aceite pueden asegurar un buen funcionamiento de estas maquinarias en condiciones climáticas adversas.