Impactos y necesidad de adaptación:
“La biotecnología agrícola ofrece herramientas innovadoras para enfrentar estos desafíos, desde el desarrollo de cultivos resistentes a condiciones extremas hasta prácticas agrícolas más eficientes y sostenibles”, aseguró Miguel Ángel Sánchez, director ejecutivo de ChileBio.
El cambio climático está ejerciendo un impacto contundente sobre la agricultura chilena, desencadenando una serie de consecuencias que afectan tanto la cantidad como la calidad de los alimentos. Entre los efectos más significativos se encuentran los cambios en los rendimientos, la modificación de las estaciones de crecimiento, alteraciones en la composición fisicoquímica y biológica de los suelos, y la disponibilidad limitada de agua.
Este fenómeno climático está alterando los patrones tradicionales de producción agrícola en distintas regiones de Chile. Por ejemplo, se proyecta una disminución del rendimiento del trigo de secano entre un 5 y un 10% en la zona norte y central debido a las sequías, mientras que cultivos como poroto, maíz, papa y remolacha azucarera verán reducida su productividad en la zona central, pero aumentada en la costa y pre cordillera, así como en el sur del país.
Ante este panorama desafiante, son varios los especialistas que han señalado la importancia de implementar estrategias de adaptación, desde la aplicación de tecnologías hasta la inversión en investigación y desarrollo de mediano y largo plazo. En este sentido, el Dr. Miguel Ángel Sánchez, director ejecutivo de ChileBio, aseguró que «los impactos del cambio climático en la producción agrícola en Chile son críticos. Es evidente que nuestras prácticas agrícolas tradicionales ya no son suficientes para hacer frente a estos desafíos, por lo que es crucial reconocer la urgencia de adoptar medidas de adaptación y mitigación que aseguren la sostenibilidad de nuestra agricultura. La biotecnología agrícola ofrece herramientas innovadoras para enfrentar estos desafíos, desde el desarrollo de cultivos resistentes a condiciones extremas hasta prácticas agrícolas más eficientes y sostenibles. Es hora de actuar con determinación y visión a largo plazo para proteger nuestra seguridad alimentaria y el futuro de nuestra agricultura».
Si bien no todas las zonas agrícolas enfrentan pérdidas, son muchos los ejemplos de producciones que se verían afectadas por el cambio climático. La producción de uva de mesa y vino en el norte sufrirá una merma debido al desarrollo prematuro del cultivo por altas temperaturas. Algo similar se espera en la zona central para la producción de duraznos. Por su parte, los rendimientos del manzano disminuirán en todo el país hasta la Araucanía, debido al exceso de calor (esto es, inviernos menos fríos y veranos más cálidos) que reduce el período de fructificación. A su vez, muchos cultivos se verán forzados a desplazarse a otras zonas, como por ejemplo hacia el sur de Chile.
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Equipo Prensa
Portal Agro Chile
