Combustibles de biomasa para una calefacción sustentable

La biomasa es un tipo de calefacción mucho más presente de lo que la mayoría piensa. Si bien en estos últimos años esta ha perdido terreno frente a la electricidad o el gas natural, la biomasa todavía se presenta como una opción digna a tener en cuenta para su uso en los hogares modernos.

Hoy vamos a hablar un poco más sobre ella: explicaremos que es, como funciona y daremos una lista de sus ventajas por sobre otros medios populares de calefacción.  

¿Qué es la biomasa?

Si bien su nombre puede sonar extraño, la calefacción por biomasa se refiere simplemente al uso de materia orgánica como combustible, como podría ser una  estufa a leña común y corriente. 

“Materia orgánica” significa cualquier material que contenga carbono (el elemento, no el carbón de las parrillas) y provenga de algún ser vivo. Esto incluye cualquier tipo de madera, carbón (en este caso sí el de las parrillas), hojas y varios combustibles provenientes de animales y plantas.

Si bien hoy en día son mucho más comunes los tipos de calefacción que utilizan gas o electricidad, es sin lugar a dudas el medio más antiguo y el más utilizado de la historia. Por otra parte, antes de empezar, queremos aclarar que si bien la calefacción a biomasa puede tomar varias y muy diferentes formas, hoy nos centraremos en el más popular para el uso doméstico: las estufas salamandra.

¿Cómo funciona la calefacción por biomasa?

Las estufas utilizadas en la actualidad son muchísimo más eficientes y tienen un proceso más refinado que simplemente quemar madera o carbón. Si bien los específicos pueden variar de modelo a modelo, en general todas las estufas tienen el siguiente funcionamiento.

Primero, el combustible es cargado dentro de la salamandra estufa. Este en general consiste en pedazos de madera o en algunos casos perdigones, los cuales están hechos de aserrín compactado u otros combustibles orgánicos.

Luego comienza la combustión, es decir, la madera se prende fuego, generando así calor. Este calor se transfiere al aire (o agua, dependiendo del modelo) y es liberado, calentando el ambiente.

Durante el proceso de combustión se producen también varios gases como subproductos. Estos son llevados hacia el exterior por el sistema de ventilación de la estufa.

Beneficios de la calefacción de biomasa 

La biomasa aparece como un medio de calefacción que aún puede competir con las alternativas más modernas. No por nada su uso se mantuvo ininterrumpido desde hace milenios hasta ahora.

Por un lado, este es un medio generalmente más ecológico que el gas o la electricidad. Un medio de calefacción a biomasa, como ejemplo las estufas a leña, utiliza una fuente de energía renovable, natural y sostenible.

 En el caso puntual de nuestro ejemplo, la madera que alimenta a la estufa puede (y suele en la mayoría de los casos) ser reforestada sin ningún límite. Aunque esto sucedería teniendo en cuenta que el combustible provenga de productores responsables.

Un poco más arriba dijimos que “generalmente” la biomasa de una estufa leña cuenta con una ventaja ecológica frente a otros tipos de combustible. Esto es verdad en la mayoría de los casos, ya que lo más normal es que la calefacción por electricidad provenga de la quema de combustibles fósiles (los cuales no son renovables). 

Sin embargo, más que una ventaja esto sería un empate en el caso de que su sistema eléctrico provenga de medios naturales, como la energía eólica, solar o hidroeléctrica (o utilice otros medios de energía muy eficientes, como la nuclear).

Además de ser un medio ecológico, una estufa a leña tiene la ventaja adicional de ser más económica en el largo plazo. A pesar de que los costos de instalación suelen ser más altos que las alternativas de gas o eléctricas (las cuales en muchos casos ya vienen preinstaladas en los hogares), el bajo costo del combustible hace que en el largo plazo esto se invierta.

Algunos modelos destacados

Para terminar la explicación con ejemplos concretos de este tipo de calefacción, vamos a cerrar este artículo con los dos modelos de estufas a biomasa que mencionamos: los que utilizan combustibles a leña y los de perdigones.

Si bien existen varios modelos de estufas de biomasa, decidimos tomar como ejemplo los modelos de Bosca. Con más de 100 años de antigüedad en el negocio, este aparece como uno de los productores nacionales más destacados. 

Empecemos con uno de sus modelos clásicos, el Limit 360, una estufa tradicional que opera con leña. Este modelo está entre los más eficientes, teniendo una eficiencia de más del 70% en su consumo.

Por otra parte, la estufa Bosca a leña Limit 360 está diseñada con un sistema de cierre hermético que evita cualquier tipo de filtraciones e incluye tres placas de vermiculita aislantes.

Como podrán recordar, además de las estufas a leña, otro modelo muy utilizado son las estufas a perdigones, también llamadas estufas a pellets. Un ejemplo de esto es el modelo Hera de Bosca.

A diferencia del modelo anterior de estufa a leña Bosca, la estufa Hera funciona con perdigones. Si bien estos no son tan fáciles de encontrar como la madera, los perdigones aparecen como un combustible mucho más eficiente y concentrado.

Esta estufa Bosca está diseñada con un sistema de programación inteligente y paredes de cerámica de alta calidad. Esto garantiza un encendido más rápido y una transmisión de calor más eficiente.

Por otra parte, esta estufa puede ser controlada con un panel digital desde el cual es posible regular la potencia, la temperatura y establecer también temporizadores para su uso.

Como pudimos ver, ya sea una Bosca a leña o a perdigones, las estufas a biomasa se mantienen hoy en día como una opción que al mismo tiempo es económica y ecológica en comparación a otras alternativas.

Mientras la mayoría de la calefacción eléctrica dependa de electricidad generada por la quema de combustibles fósiles, la biomasa se va a mantener sin dudas como la opción más ecológica. Esperamos que hayan podido aprender un poco más de ella, y que incluso puedan llegar a considerarla en un futuro

Equipo Prensa
Portal Agro Chile