En los campos chilenos, donde la producción de cerezos es clave, el agua es un recurso fundamental. Dado que la agricultura es un pilar esencial de la economía del país, es vital comprender cómo el agua impacta en el crecimiento de los cerezos y cómo podemos usarla de manera responsable.
El agua desempeña un papel crítico en el cultivo de cerezos, actuando como el motor que mantiene a las plantas en buen estado y facilita la obtención de los nutrientes que necesitan. Mauricio Adasme, agrónomo de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Jefe del Laboratorio Agrícola Las Garzas, señala: «En Chile, el agua es un recurso crítico para el cultivo de cerezos. Es esencial entender cómo afecta el agua al crecimiento de estas plantas y cómo podemos utilizarla de manera responsable».
Este proceso de transporte se lleva a cabo a través de dos sistemas internos: el xilema y el floema. El xilema actúa como un sistema de tuberías unidireccional que conduce agua y minerales desde las raíces hasta las hojas, mientras que el floema transporta los nutrientes producidos durante la fotosíntesis desde las hojas a otras partes del árbol, en un sistema de tuberías bidireccional y activo.
En el contexto del cultivo de cerezos en Chile, no todas las fuentes de agua son iguales, y la calidad del agua juega un papel crítico. La norma NCh 1.333 establece criterios para evaluar la calidad del agua, teniendo en cuenta aspectos físicos, químicos y biológicos, especialmente en relación al riego. Adasme agrega: «Para asegurar un rendimiento óptimo y sostenible, debemos considerar la calidad del agua, así como la elección de portainjertos adecuados, como el Gisela 6, que son variedades de cerezos que se usan para mejorar la productividad y adaptar los árboles a diferentes tipos de suelo, como los suelos poco profundos».
La falta de agua en el suelo puede afectar la capacidad de las plantas para transpirar y realizar la fotosíntesis. Cuando esto ocurre, los estomas se cierran, la fotosíntesis se detiene y esto reduce la disponibilidad de nutrientes, afectando el crecimiento de los frutos.
Entre el día 40 y el inicio de la cosecha, las cerezas experimentan un importante aumento de tamaño. El agua juega un papel vital en este proceso, influyendo en el tamaño de las frutas. La elección del portainjerto se basa en el tipo y calidad del suelo. Los portainjertos enanizantes como Gisela 6 se adaptan bien a suelos poco profundos, mientras que los portainjertos vigorosos como Mazzard o Colt son ideales para suelos profundos.
La utilización de cubiertas plásticas puede reducir la necesidad de riegos frecuentes, siempre que se monitoree cuidadosamente el estado hídrico del suelo y de las plantas. El Riego Deficitario Controlado (RDC), combinado con cubiertas, puede aplicarse después de la cosecha, pero se debe evitar entre la floración y la cosecha para prevenir problemas en el tamaño, sabor y color de los frutos.
El riego debe comenzar aproximadamente 25 días después de la plena floración y mantenerse con la frecuencia necesaria para que la humedad del suelo nunca caiga por debajo del 40%. La programación del riego debe basarse en estimaciones precisas de las necesidades hídricas del cultivo, teniendo en cuenta factores como el tipo de suelo, el clima, el método de cultivo, el sistema de conducción y el estado fisiológico de la planta.
Existen varios métodos para medir la humedad del suelo, como el gravimétrico, el método táctil, la resistencia eléctrica y la teledetección. Se recomienda medir en múltiples puntos representativos para obtener una evaluación precisa. Aunque todos los métodos tienen su nivel de precisión, el método gravimétrico es el más confiable y se utiliza para calibrar otros equipos.
En la búsqueda de la excelencia agrícola, el control y la gestión del agua se convierten en aliados cruciales para los productores de cerezos en Chile, asegurando un futuro fructífero para este valioso cultivo.
Sobre Laboratorio Agrícola Las Garzas
Laboratorio Agrícola Las Garzas es una institución con más de 35 años de experiencia ofreciendo servicios de la más alta calidad a los agricultores de la zona centro sur del país. Líder en la realización de análisis foliares, físicoquímicos de suelo, enmiendas agrícolas y agua, así como análisis nematológicos, el Laboratorio es parte de la Escuela Agrícola Las Garzas, centro de enseñanza fundado en 1963 que ofrece educación técnico-profesional gratuita a varones de 5to básico a 4to medio ubicada en Chimbarongo.
Equipo Prensa
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